El fabricante británico aspira a vender 17.000 vehículos en 2025, frente a los menos de 6.500 actuales, y a alcanzar unas ventas de 2.000 millones de libras para entonces.
A 3,6 libras, el precio de la acción refleja el escepticismo de los inversores. La valoración de Aston Martin, que se ha multiplicado por cuatro en dos años, refleja las esperanzas frustradas que tenían depositadas en la icónica marca de supercoches en plena euforia especulativa.
Sin embargo, los resultados operativos de la empresa no son tan malos, con un crecimiento de las ventas -aunque laborioso- y un cash burn bien controlado. Vemos que estos mismos inversores son mucho más indulgentes con las start-ups tecnológicas de Estados Unidos, capaces de quemar miles de millones por trimestre sin producir nada concreto.
Sin embargo, la estructura de propiedad de Aston Martin es como un tango a cinco bandas. El canadiense Lawrence Stroll, que ha prometido dar un giro a la empresa, posee el 21,1% del capital, seguido del fondo soberano saudí y la china Geely, con el 17,9% y el 17,2% respectivamente, y la alemana Mercedes, con el 9,4%.
La última en entrar en liza es la empresa estadounidense Lucid, fundada por antiguos empleados de Tesla y controlada también por el fondo saudí, que toma una participación del 3,7% y suministrará baterías para los vehículos eléctricos que produzca Aston en lugar de Mercedes. El fabricante alemán seguirá suministrando motores y otros equipamientos a la empresa británica.
Hasta ahora, de las cinco, es la china Geely la que destaca como el inversor más astuto. Además de los 42 millones de acciones que obtuvo del consorcio liderado por Stroll en una transacción privada, ha recibido 28 millones de acciones nuevas a un precio de 3,3 libras, no muy lejos de mínimos históricos.
Una nueva inyección de liquidez parece inevitable si el fabricante se toma en serio la consecución de su ambicioso objetivo a dos años vista. A este respecto, es de temer que el delicado tango a cinco bandas se convierta para entonces en una pelea a puñetazos.
Al fin y al cabo, ¿no son eso las marcas de lujo: sangrientas batallas entre accionistas decididos a hacerse con el control?
Aston Martin Lagonda Global Holdings plc es una empresa independiente de automóviles de lujo con sede en el Reino Unido. La empresa tiene un segmento operativo, que es el segmento de automoción. El segmento del automóvil incluye todas las actividades relacionadas con el diseño, el desarrollo, la fabricación y la comercialización de vehículos, incluidos los servicios de consultoría, así como la venta de piezas, el mantenimiento y las actividades de la marca de automóviles. Participa en colaboraciones seleccionadas, asociaciones y actividades de extensión de la marca, incluyendo experiencias Art of Living, centros de lujo de la marca, residencias y transporte. Aston Martin Consulting es un servicio de consultoría basado en la experiencia en ingeniería y fabricación. Produce una gama de modelos de lujo que incluye el Vantage, el DB12, el DBS, el DBX y su primer hipercoche, el Aston Martin Valkyrie. Está desarrollando alternativas al motor de combustión interna gracias a un programa de transformación de vehículos eléctricos en expansión, que incluye asociaciones con Mercedes-Benz y Lucid.