El índice de gestores de compras (PMI) de servicios de S&P Global India subió a 58,5 en diciembre desde los 56,4 del mes anterior, superando las expectativas de un sondeo de Reuters de una caída a 55,5.

El índice se situó por encima de la marca de 50 que separa el crecimiento de la contracción por 17º mes consecutivo, el mayor tramo de crecimiento desde junio de 2013.

"De cara a 2023, las empresas mostraron un fuerte optimismo respecto a las perspectivas de producción", señaló Pollyanna De Lima, directora asociada de economía de S&P Global Market Intelligence.

"Las tendencias de la inflación fueron mixtas, ya que los precios de los insumos subieron a un ritmo más rápido y el repunte de los gastos se moderó".

Los gastos subieron más rápido debido a los mayores costes de energía, alimentos, personal y transporte, por lo que los precios cobrados se mantuvieron elevados a pesar de moderarse ligeramente desde noviembre, cuando subieron al ritmo más rápido desde julio de 2017.

Esto podría elevar la inflación minorista de la India, que se redujo hasta el 5,88% en noviembre, por debajo del límite superior de la banda objetivo del Banco de la Reserva de la India del 4%-6% por primera vez en 2022.

La contratación alcanzó un mínimo de cinco meses, aunque en territorio expansivo, a pesar de que el subíndice de nuevos negocios subió a un máximo de cuatro meses debido a la fuerte demanda.

"El sentimiento positivo y el crecimiento continuo de los nuevos negocios siguieron apoyando la creación de empleo, pero hubo áreas en las que, según los informes, las capacidades eran adecuadas para hacer frente a las necesidades actuales", añadió De Lima.

La demanda internacional se mantuvo fuerte y el subíndice subió a su nivel más alto desde julio de 2019.

La fuerte demanda continuó apoyando la confianza empresarial, que se relajó sólo ligeramente desde el máximo de casi ocho años alcanzado en noviembre.

A medida que el crecimiento mundial se ralentiza y la inflación sigue siendo alta en la mayoría de los países, India se considera un punto brillante, ya que se esperaba que su crecimiento fuera más rápido que el de muchas otras economías.

Gracias al crecimiento tanto de los servicios como de la industria manufacturera, el índice compuesto subió a 59,4 en diciembre, el nivel más alto desde enero de 2012, desde los 56,7 de noviembre.