El organismo de control financiero británico dijo el miércoles que tendría poderes a finales de este año para ordenar a los bancos que se replanteen el cierre de sucursales, mientras los legisladores le acusaban de ser demasiado lento a la hora de proteger el acceso de los clientes al efectivo.

Según la organización de consumidores Which?, unas 5.828 sucursales han cerrado desde 2015, a un ritmo de 54 al mes. Los legisladores expresaron su preocupación por los cierres "descarados", que pueden dejar expuestas a las personas vulnerables y con menos recursos, especialmente en las zonas rurales.

La Autoridad de Conducta Financiera dijo a los legisladores que ha estado consultando sobre nuevos poderes para exigir a los bancos que publiquen una evaluación para justificar el cierre de cualquier sucursal, y detallar qué fuente alternativa de efectivo viable se pondría en marcha.

Según una encuesta realizada para la FCA, sólo el 6% de la población utiliza exclusiva o mayoritariamente el efectivo para realizar pagos, ya que la mayoría de la gente utiliza tarjetas y realiza operaciones bancarias por Internet.

David Geale, director de banca minorista de la FCA, declaró ante el subcomité del Tesoro sobre servicios financieros del Parlamento que el organismo de control dispondría de los nuevos poderes en el tercer trimestre.

"No todo gira en torno a las sucursales bancarias", advirtió Geale, añadiendo que la FCA no podía impedir el cierre de una sucursal, sólo "ordenar" a los bancos que dispusieran de una fuente alternativa de efectivo.

Ésta podría ser una oficina de correos cercana, un cajero automático de uso gratuito o centros respaldados por varios bancos.

Sin embargo, sólo se han desplegado 30 de los 100 hubs previstos. Geale dijo que esta cifra aumentaría a 50 para Semana Santa, después de haberse quejado de la lentitud.

"Nosotros regulamos los bancos. Esperamos que los bancos cumplan", afirmó.

El Banco de Inglaterra y el Ministerio de Finanzas dijeron la semana pasada que continuarían con los trabajos preparatorios para una posible versión digital de la libra esterlina. Los nuevos poderes de la FCA pretenden tranquilizar al público asegurándole que cualquier libra digital, para la que aún faltan algunos años, no suplantaría totalmente al dinero en efectivo.

"En torno al final de la década no parece imposible", dijo a los legisladores Nick McLaren, jefe de la división del futuro del dinero del Banco de Inglaterra.