FRANKFURT (dpa-AFX) - La industria química y farmacéutica alemana se está volviendo aún más pesimista para 2023 debido a la persistente debilidad de la demanda. La Asociación Alemana de la Industria Química (VCI) espera ahora que la producción del sector se reduzca en un 8 por ciento, en comparación con el año anterior, que había comenzado decentemente antes de la guerra de Ucrania. La VCI anunció el viernes en Fráncfort que es probable que sólo la producción de la industria química caiga hasta un 11%. También es probable que el volumen de negocios de la industria disminuya mucho más de lo que se suponía recientemente. La asociación prevé una caída de los ingresos del 14%.

"Las esperanzas de una recuperación tras un invierno suave y unos precios del gas y la electricidad significativamente más bajos no se han cumplido", declaró el presidente de VCI, Markus Steilemann. Al contrario, la demanda de productos químicos está disminuyendo". Añadió que las cifras del primer semestre eran rojas y que los costes de producción en Alemania no eran competitivos. Anteriormente, la asociación había previsto un descenso de la producción del 5% y un -8% para el negocio de productos químicos puros. En cuanto al volumen de negocios, se preveía un descenso del 7%.

La industria química y farmacéutica, que cuenta con unos 477.000 empleados en Alemania, se ve especialmente afectada por los elevados precios de la energía. Según la asociación, la industria es el mayor consumidor de gas de Alemania, con una cuota del 15%; representa casi un tercio del consumo industrial. Necesita el gas como fuente de energía y como materia prima para su posterior transformación, por ejemplo en plásticos, medicamentos o fertilizantes.

La industria se ve especialmente afectada por el debilitamiento de la economía. Como proveedor de los sectores del automóvil, los bienes de consumo y la construcción, por ejemplo, la industria química depende de la economía. En el primer semestre del año, la producción del sector químico y farmacéutico cayó un 10,5% en comparación con el año anterior. La facturación cayó un 11,5%, hasta 114.000 millones de euros, debido a la debilidad de la demanda.

Debido a la debilidad del segundo trimestre, varias empresas del sector ya han efectuado recortes significativos en sus objetivos anuales. Entre ellas se encuentran Lanxess, Clariant, Evonik BASF y Wacker Chemie.

Desde el otoño de 2022, la industria química viene sufriendo masivamente las reducciones de existencias por parte de los clientes. Además, los consumidores se muestran menos dispuestos a comprar en un entorno económico sombrío con una inflación elevada./mne/jha/