La cadena francesa de supermercados, propietaria de Franprix y Monoprix, ha iniciado negociaciones con sus acreedores, y debe llegar a un acuerdo para reestructurar su deuda antes de mediados de julio para evitar el impago. 

El grupo, controlado por el empresario Jean-Charles Naouri, ha recibido una oferta inicial de 900 millones de euros de un consorcio de tres empresarios, entre ellos los empresarios Xavier Niel y Moez-Alexandre Zouari, completada con otras aportaciones, entre ellas 100 millones del grupo de supermercados Intermarché y 600 millones de otros acreedores. Al otro lado de la mesa están el multimillonario checo Daniel Křetínský y Marc Ladreit de Lacharrière, que inicialmente propusieron 1.100 millones de euros, antes de subir la apuesta con 1.350 millones en efectivo (o 1.800 millones con la deuda convertida en capital). 

Sea cual sea el resultado, el perdedor ya se conoce. El actual proceso de reestructuración marcará el final del reinado de Naouri sobre Casino, cuya participación se diluirá con la inyección de fondos, al igual que las de los obligacionistas. Queda por ver si el acuerdo bastará para salvar al grupo: en un periodo de elevada inflación, la cadena sufre de lleno la competencia de los hard discounters y se resiente en sus mercados tradicionales.

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Dibujo de Amandine Victor para MarketScreener