La operación supuso la anulación de 17.000 millones de dólares de títulos de deuda denominados "CoCo" (por "Contingent Convertible"), también llamados "Additional Tier 1" o "AT1", en manos de inversores profesionales (bancos, fondos).

A 14 de marzo, fecha en la que se inició la debacle de Credit Suisse y los fuertes temores de quiebra, Lazard Frères Gestion poseía un total de 142 millones de euros de estos títulos, según un comunicado enviado el martes a la AFP por la empresa tras las primeras informaciones de prensa.

Esto representa sólo el 0,4% de los activos totales gestionados por la filial del banco de inversión franco-estadounidense Lazard.

La sociedad estadounidense Pimco, filial de la aseguradora alemana Allianz, perdió unos 340 millones de dólares en la operación, según indicó el martes a la AFP una fuente cercana a la empresa.

Pimco poseía inicialmente los bonos AT1 de Credit Suisse, que valían 807 millones de dólares cuando se emitieron, pero su valor se había derretido en los últimos meses, dijo la fuente.

Eso le convirtió en el mayor tenedor de bonos AT1 de Credit Suisse, según datos de la agencia de noticias financieras Bloomberg.

Pero se trata de una pequeña parte en medio de los 1,74 trillones de dólares gestionados por Pimco.

Creada tras la crisis financiera de 2008, esta categoría de deuda, que ocupa el último lugar en el orden de prioridad de reembolso en caso de dificultades financieras, tenía por objeto reforzar el nivel de solvencia sin emitir nuevas acciones, y evitar así que el contribuyente acabe pagando la factura en caso de rescate.

El diario Les Echos había adelantado a primera hora del día el importe de 107 millones de euros de acciones AT1 en poder de Lazard Frères Gestion, citando datos facilitados por la sociedad de información financiera Morningstar.

La compañía francesa también dijo que poseía "obligaciones senior" cuyo reembolso no se ve afectado por la fusión con UBS, y que no poseía "ni a finales de 2022 ni más recientemente" acciones de Credit Suisse, cuya cotización ha caído un 66% en menos de dos semanas.

afp/ol