Credit Suisse ha reducido a cero sus bonos de nivel 1 adicional (AT1) como parte de su adquisición por UBS. El regulador suizo y Credit Suisse dijeron que los bonos tienen un valor nocional total de 16.000 millones de francos suizos. "El apoyo estatal excepcional desencadena una amortización total del valor nominal de todos los bonos AT1 de Credit Suisse con un volumen de unos 16.000 millones de CHF, y por tanto un aumento del capital básico", dijo FINMA el domingo.

Los bonos AT1 son instrumentos más arriesgados que los bonos tradicionales. En el sector se denominan bonos "CoCo", por "Contingent Convertible", en referencia a la cláusula de conversión contingente. Esta deuda híbrida incorpora cláusulas de absorción de pérdidas y de conversión automática en acciones, en función de determinados acontecimientos, como un riesgo para la solvencia del emisor.

Nacidos en 2008

Los bonos AT1 son instrumentos de deuda híbridos emitidos por los bancos para reforzar su base de capital. Forman parte de un conjunto de medidas reguladoras internacionales denominadas "Basilea III", que se introdujeron tras la crisis financiera de 2008 para reforzar la estabilidad financiera mundial. ¿Por qué son híbridos? Porque no tienen fecha fija de vencimiento, sino que pueden convertirse en acciones del banco emisor en caso necesario. También pueden cancelarse en caso de dificultades financieras. En resumen, son instrumentos que refuerzan los fondos propios pero mantienen la flexibilidad en caso de dificultades, ya que pueden convertirse en acciones o incluso cancelarse. A cambio, los inversores obtienen rendimientos más elevados, similares a los de los bonos basura. Por ejemplo, a finales de 2021, los bonos AT1 2013 / 2023 emitidos por Credit Suisse tenían un rendimiento del 5,5%.

Los obligacionistas, sorprendidos

La anulación pura y simple de los 16.000 millones de CHF de obligaciones cogió por sorpresa a los obligacionistas, aunque es evidente que este riesgo es una de las características intrínsecas de estos productos, por la que los obligacionistas son remunerados en consecuencia. En el caso de Credit Suisse, el hecho de que los accionistas se queden con una cantidad de valor en sus manos, aunque sea pequeña, plantea dudas, ya que se supone que los obligacionistas están mejor protegidos. En cualquier caso, los gestores tendrán que reexaminar el riesgo asociado a estos productos y posiblemente realizar arbitrajes, lo que sin duda causará revuelo en este mercado de CoCo de 275.000 millones de dólares.