BERLÍN (dpa-AFX) - Para la cerveza, es el sello de calidad: la "ley de pureza". Representantes de la industria del cannabis han propuesto ahora un requisito de este tipo para el cannabis en el caso de la legalización prevista. La asociación del sector Cannabis Economy presentó el jueves sus recomendaciones al respecto. En un documento se formulan requisitos de calidad concretos, como normas para garantizar la calidad en las plantas de producción, especificaciones para el envasado y almacenamiento del cannabis, valores límite de impurezas, metales pesados o pesticidas y también la prohibición del diluyente.

Las propuestas se elaboraron en colaboración con expertos en cultivo, laboratorio y control alimentario, afirmó el vicepresidente de la asociación, Dirk Heitepriem: "Sólo con una calidad máxima y controlada podremos hacer retroceder con éxito el mercado ilegal y alcanzar así los objetivos del gobierno federal en materia de salud y protección de la juventud." Las recomendaciones deberían contribuir a establecer una "ley de pureza" para el cannabis como estimulante, continuaba.

La legalización del cannabis es uno de los principales proyectos de la coalición del semáforo. En su acuerdo de coalición, el SPD, los Verdes y el FDP habían acordado hacer posible una "distribución controlada de la droga a adultos con fines de consumo en tiendas autorizadas". El cannabis se cultivará y venderá en Alemania bajo regulación estatal. También se permitirá el cultivo doméstico de algunas plantas.

Los argumentos de los semáforos para el plan:

- La política de prohibición no ha impedido el uso, sino que incluso se ha producido un aumento del consumo.

- Una venta legal y supervisada por el Estado podría mejorar la protección de la juventud y de la salud gracias a un cannabis menos contaminado y a un menor peligro de sobredosis.

- Se podría frenar el mercado negro y la delincuencia y financiar los programas de prevención con los posibles ingresos fiscales procedentes de las ventas.

El ministro federal de Sanidad, Karl Lauterbach (SPD), había presentado en otoño las primeras ideas concretas para su aplicación (puntos clave). El siguiente paso sería un proyecto de ley acabado. Debería estar disponible a finales de marzo.

Queda abierto, sin embargo, qué será del proyecto al final. No se puede descartar que la UE vete los planes alemanes en un procedimiento denominado de notificación (examen) si, en opinión de la Comisión, contradicen el derecho comunitario e internacional. Los Estados del espacio Schengen, por ejemplo, se han comprometido en el "Convenio de aplicación de Schengen" a "impedir la exportación ilícita de estupefacientes de todo tipo, incluidos los productos derivados del cannabis, así como la venta, la adquisición y la distribución de dichos estupefacientes por medios administrativos y delictivos".

El gobierno federal quiere convencer a la UE de que la legalización y la regulación estricta del mercado del cannabis responderían mejor a las preocupaciones de los tratados de la UE sobre salud y protección de la juventud. Lauterbach ha encargado un dictamen pericial al Instituto de Investigación Interdisciplinaria sobre Adicciones y Drogas (ISD) del Centro Médico Universitario de Hamburgo-Eppendorf para disponer de buenos argumentos.

El experto en sanidad de la CSU, Stephan Pilsinger, califica el informe, que costó casi 81.000 euros, de "despilfarro inútil del dinero de los contribuyentes". "El proyecto del semáforo de cannabis estaba y está condenado al fracaso desde el principio", declaró a la Deutsche Presse-Agentur. Pilsinger había solicitado al Ministerio Federal de Sanidad los costes del peritaje. La Redaktionsnetzwerk Deutschland (RND) había informado primero sobre ello. El tema del cannabis fue una pérdida de tiempo, dijo Pilsinger. Hay cuestiones mucho más importantes en la política sanitaria. La CDU/CSU está en contra de la legalización.

Hace unos días, el periódico "Augsburger Allgemeine" había informado, refiriéndose a la jurista del SPD Carmen Wegge, de que la CDU/CSU podría dividir sus planes debido a posibles obstáculos en virtud de la legislación europea: En primer lugar, la posesión y el consumo de cannabis podrían quedar exentos de castigo, lo que no requeriría la aprobación de Bruselas. La parte de mayor alcance de la legalización del cultivo y el comercio podría llegar más tarde./jr/DP/jha