Las acciones de EDF se desplomaron hasta un 25% el 17 de enero después de que el gobierno del presidente Emmanuel Macron -que se enfrenta a una batalla por la reelección dentro de tres meses y está dispuesto a atajar la ira de la opinión pública por el aumento de las facturas de electricidad- ordenara a la empresa de servicios públicos que vendiera más energía nuclear barata a sus rivales.
El Estado francés posee el 84% de las acciones de EDF.
El grupo pronosticó la semana pasada que la decisión del gobierno restaría unos 8.000 millones de euros (9.130 millones de dólares) a sus beneficios básicos de 2022 antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización.
En la carta, los fondos piden al regulador AMF que solicite al Estado -como accionista mayoritario- que aclare sus intenciones sobre la evolución de su participación en EDF y si podría lanzar una oferta pública en los próximos meses. (Reportaje de Dominique Vidalon; Edición de Sudip Kar-Gupta)