Bernard Doroszczuk, jefe del organismo francés de control de la seguridad nuclear, también dijo en una conferencia de prensa que la empresa eléctrica EDF debe explicar antes de finales de 2024 cómo planea ampliar la vida útil de sus centrales nucleares hasta o más allá de los 60 años, con el fin de formular una primera posición sobre la cuestión en un plazo de otros dos años.

Doroszczuk afirmó que una revisión de la seguridad nuclear debe prever los efectos del envejecimiento en las instalaciones nucleares, así como los nuevos retos que plantea el cambio climático.

El Gobierno tiene previsto presentar este verano una nueva legislación sobre energía y clima que servirá de marco legislativo a los planes anunciados por Macron en febrero de 2022 para iniciar la construcción de al menos seis nuevos reactores nucleares EPR 2 y prolongar la vida útil del mayor número posible de reactores.

"Tenemos que identificar para qué componentes puede haber un límite en su vida operativa", dijo Doroszczuk, añadiendo que algunos componentes, como la vasija del reactor y el edificio del reactor, no pueden ser sustituidos mientras que otros componentes son difíciles de reemplazar.

"Esto no es algo que pueda resolverse a ojo de buen cubero, no podemos decidir en unos meses si es factible ir más allá de los 60 años", dijo.

Además de prever mejor las consecuencias a largo plazo del cambio climático sobre la flota actual y futura, la ASN también quiere que la nueva ley sobre clima y energía aborde la cuestión del tratamiento y reciclaje del combustible nuclear gastado.

Durante la ola de calor del año pasado, el organismo de control tuvo que conceder exenciones para que algunos reactores pudieran seguir funcionando, algo que no ocurría desde 2003.

La agencia añadió que la unidad de EDF, Framatome, le había pedido que retrasara la sustitución de la cubierta de la vasija del reactor EPR en construcción en Flamanville para que coincidiera con la primera recarga de combustible, en lugar de sustituirla a finales de 2024 como estaba previsto actualmente.

La ASN afirmó que la seguridad de las instalaciones nucleares francesas en general en 2022 era satisfactoria, a pesar de los problemas de corrosión detectados en algunos reactores.