Europa adolece de una falta de ejecución sobre el terreno de los proyectos energéticos subvencionados que deja a muchos lejos de su finalización, declaró a Reuters en Davos el director general de la mayor empresa de servicios públicos de Portugal, Energias de Portugal.

La Comisión Europea ha tenido una "gran visión" a la hora de plantear los proyectos a un nivel superior, afirmó el director general de EDP, Miguel Stilwell d'Andrade, al margen del Foro Económico Mundial. "El quid está en que los gobiernos nacionales los transpongan".

D'Andrade se centró en el hidrógeno verde, del que Portugal quiere convertirse en un importante productor y exportador a medida que los países recurren a esta fuente de energía más limpia para hacer frente a las emisiones de carbono y mejorar la seguridad energética.

"En Estados Unidos, si produces 1 kilo de hidrógeno verde, te dan 3 dólares. En Europa, tengo que presentar una habitación llena de papeles", dijo, y añadió que para cuando se tramitan los papeles de la UE "el mundo ha cambiado".

La UE quiere producir 10 millones de toneladas de hidrógeno verde, fabricado con energías renovables, e importar otros 10 millones para 2030. Su producción actual mediante electrólisis es inferior a 300.000 toneladas.

EDP ha iniciado un proyecto piloto de hidrógeno en Brasil y, junto con la empresa portuguesa de petróleo y gas Galp Energia, planea poner en marcha una planta de hidrógeno en Sines, al sur de Lisboa.

Pero más del 90% de su inversión entre 2022-2026 se destinará a la energía eólica y solar terrestre, con el objetivo de casi duplicar su capacidad hasta 33 gigavatios (GW).

El director general ha dicho anteriormente que los objetivos de hidrógeno verde de la UE -producir 10 millones de toneladas para 2030 e importar otros 10 millones- son "inflados y poco realistas", citando el lento progreso en la ampliación de la capacidad hasta ahora. (Reportaje de Victoria Waldersee, Sergio Goncalves; Edición de Michael Perry)