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El Nikkei perdía un 1,2% hasta los 40.273,29 a las 0202 GMT, mientras que el índice más amplio Topix había caído un 1,36% hasta los 2.761,32.
"El mercado se muestra cauteloso ante una posible intervención monetaria. No está claro a qué nivel y cuándo intervendrá el Gobierno japonés", dijo Shuji Hosoi, estratega senior de Daiwa Securities.
"Los inversores extranjeros están deseosos de comprar acciones japonesas, pero quieren comprarlas baratas. Así que están vigilando hasta dónde se permite que caiga el yen".
El yen cayó el miércoles a su nivel más bajo en 34 años frente al dólar, lo que llevó a las tres principales autoridades monetarias de Japón a celebrar una reunión de emergencia para discutir la debilidad del yen.
En una sesión informativa posterior, el principal diplomático de divisas, Masato Kanda, dijo que "no descartará ninguna medida para responder a los movimientos desordenados de las divisas".
El yen cotizaba por última vez a 151,33 frente al dólar.
El jueves, el Nikkei también se vio arrastrado a la baja por los valores ex-dividendo, perdiendo unos 260 puntos después de que muchos de sus componentes se declararan ex-dividendo, según los estrategas.
El fabricante de equipos de pruebas de chips Advantest cayó un 2,01% y se convirtió en el mayor lastre del Nikkei, mientras que el fabricante de equipos de fabricación de chips Tokyo Electron perdió un 0,63%.
Fast Retailing, propietaria de la marca Uniqlo, cedió un 0,75%.
Todos menos tres de los 33 subíndices industriales de la Bolsa de Tokio cayeron, y los fabricantes de papel retrocedieron un 4,88% para convertirse en el peor valor.
Los exploradores energéticos subieron un 0,93% para convertirse en el sector con mejores resultados.
De los 225 componentes del Nikkei, 35 valores subieron y 190 bajaron.
