Las acciones indias terminaron con pocos cambios el martes, después de cuatro sesiones consecutivas de ganancias, con los valores bancarios y energéticos avanzando para contrarrestar las pérdidas en la tecnología de la información.

El índice NSE Nifty 50 subió un 0,03% a 17.345,45, al cierre, y el S&P BSE Sensex subió un 0,04% a 58.136,36.

Ambos índices bajaron hasta un 0,6% al principio del día, pero se recuperaron en las últimas horas de la sesión gracias a las señales positivas de la rupia india, que se fortaleció hasta 78,49 por dólar, su nivel más alto desde el 28 de junio.

"Uno de los principales factores para el rebote es la subida de la rupia. Una apreciación de 40 paisa en un día no ocurre muy a menudo, así que aunque los mercados globales estén a la baja, la rupia ha ayudado mucho al mercado", dijo Samrat Dasgupta, director ejecutivo de Esquire Capital Investment Advisors.

Las acciones mundiales cayeron el martes, lastradas por el temor a una recesión mundial y por la preocupación de que la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, a Taiwán perjudique aún más las relaciones entre China y Estados Unidos.

De cara al futuro, los operadores se centrarán en la decisión de política monetaria del Banco de la Reserva de la India (RBI) sobre los tipos de interés el viernes.

Con la inflación en máximos de varios años, se considera que el comité de política monetaria del RBI subirá los tipos, aunque las opiniones sobre el quantum de la subida están muy divididas entre 25 puntos básicos y 50 puntos básicos, según una encuesta de Reuters entre economistas.

En las operaciones nacionales, el índice de bancos del sector público y el índice energético del Nifty cerraron con una subida del 2,68% y del 1,09%, respectivamente, mientras que el índice de TI cayó un 0,67%.

Entre los movimientos individuales de las acciones, GAIL cerró un 3,9% a la baja. Reuters había informado anteriormente de que la mayor distribuidora de gas del país comenzó a racionar y a cortar los suministros a los clientes después de que las importaciones de una antigua unidad del gigante energético ruso Gazprom se vieran afectadas por las sanciones.