GAMESTOP CORP. 
Los ingresos de la empresa en el tercer trimestre cayeron y no cumplieron las expectativas del mercado, lo que subraya el reto que afronta el principal inversor, Ryan Cohen, que se convirtió en consejero delegado y presidente en septiembre.
"Fundamentalmente, el negocio necesita un replanteamiento radical", dijo Russ Mould, director de inversiones de AJ Bell.
"GameStop se enfrenta a una intensa competencia de la talla de Amazon y Ebay, y necesita hacer más atractivo su gran parque de tiendas, lo que podría costar una cantidad significativa de dinero".
Las acciones de la empresa han perdido casi una quinta parte de su valor este año tras desplomarse un 50% en 2022 en comparación con el crecimiento multiplicado durante la pandemia.
En los últimos meses, la empresa ha frenado su agresivo cambio hacia el comercio electrónico y, en su lugar, ha apostado más por las tiendas físicas en las que los clientes también pueden recoger sus pedidos en línea.
También ha agudizado su enfoque en el control de costes, ayudando a recortar los gastos casi un 24% en el trimestre. Eso ayudó a que sus beneficios ajustados por acción alcanzaran el punto de equilibrio, frente a las expectativas de pérdida de 9 céntimos.
"Los costes siguen siendo un punto brillante para GME", dijeron los analistas de Jefferies, señalando un aumento de 156 puntos básicos en los márgenes brutos que fue impulsado por menores gastos de flete.
Pero señalaron como preocupante el descenso del 14% en el negocio de coleccionables, diciendo que podría deberse a razones relacionadas con el inventario y a una debilidad más amplia de la demanda.
La recomendación media actual para GameStop es "vender", según cinco analistas encuestados por LSEG. El precio objetivo medio está en 10,50 dólares, por debajo de los 13 dólares de hace un mes.
