El repunte se produjo después de que el presidente Vladimir Putin dijera que Rusia empezaría a vender gas a los países "no amigos" en rublos. El precio británico para la entrega en el día se disparó un 11,8% para cerrar en 246,00 peniques por termia, mientras que el precio del invierno 2022 subió un 11% hasta 264,01 p/term.

En el mercado holandés del gas, el contrato para el primer mes subió un 14,1% y cerró a 113,00 euros por megavatio hora (MWh), mientras que el precio para el segundo trimestre subió un 15,3%, hasta 113,00 euros/MWh.

"Rusia continuará, por supuesto, suministrando gas natural de acuerdo con los volúmenes y precios... fijados en los contratos celebrados anteriormente", dijo Putin durante una reunión televisada con los principales ministros del gobierno.

"Los cambios sólo afectarán a la moneda de pago, que se cambiará a rublos rusos", dijo.

A partir del 27 de enero, las ventas de gas natural de Gazprom a Europa y otros países se liquidaban principalmente en euros, en torno al 58%.

Los gobiernos europeos no estuvieron disponibles de inmediato para comentar el anuncio ruso.

Casi todos los contratos de compra de gas ruso a Europa están denominados en euros o dólares.

"Lo que está claro, sin embargo, es que esto ha añadido otro elemento de incertidumbre al ya caótico mercado europeo del gas, al complicar las compras de gas que muchos países se han resistido a cortar", dijo Vinicius Romano, analista principal de Rystad Energy.

Por otro lado, la Comisión Europea propuso una legislación que obliga a los países de la UE a llenar sus almacenes de gas al menos en un 90% cada año a partir de 2023, y en un 80% este año.

Esa medida necesitará la aprobación de los países de la UE y del Parlamento Europeo, y los operadores dijeron que el objetivo será difícil de cumplir incluso en los periodos en los que la demanda es menor.

En el mercado europeo del carbono, el contrato de referencia bajó un 5,3% para cerrar a 76,43 euros la tonelada.