El gobierno italiano superó el martes el principal obstáculo parlamentario en sus planes para revisar los mercados de capitales del país, a pesar de las advertencias del sector financiero de que la legislación propuesta podría ser contraproducente y desalentar las inversiones extranjeras.

La Cámara de Diputados aprobó el proyecto de ley por 135 votos a favor, 1 en contra y 92 abstenciones, mientras que la luz verde definitiva del Senado se espera para finales de febrero.

El paquete de medidas de Roma pretende atraer a nuevas empresas a la Borsa Italiana, después de que la bolsa de Milán perdiera en los últimos años una serie de empresas destacadas en favor de otros mercados y de adquisiciones.

Una controvertida medida permite a las empresas que cotizan en bolsa emitir acciones que multiplican hasta por 10 los derechos de voto de los inversores de toda la vida, ya que Italia intenta frenar las deslocalizaciones a los Países Bajos, donde las normas de gobierno corporativo ayudan a los accionistas establecidos a mantener un férreo control sobre las empresas.

"Existe una posibilidad real de que las marcas históricas, que han hecho historia en Italia, vuelvan a Italia", declaró a Reuters el legislador oficialista Francesco Filini, refiriéndose al fabricante de automóviles deportivos de lujo Ferrari.

Sin embargo, la propuesta ha enfadado a los gestores de activos, incluidos los grandes fondos extranjeros, partidarios de una norma de "una acción, un voto" que evite la concentración de poder en manos de unos pocos.

Otra disposición otorga a los inversores una mayor capacidad de decisión sobre la forma en que el consejo saliente de una empresa presenta una lista de candidatos para el siguiente mandato, lo que podría otorgar a los accionistas minoritarios poderes de veto.

La medida fue defendida por el empresario Francesco Gaetano Caltagirone, un inversor en Generali que se ha quejado en repetidas ocasiones de la influencia que Mediobanca ejercía sobre la aseguradora.

El consejero delegado de Generali, Philippe Donnet, afirmó el año pasado que la legislación podría hacer inmanejables los grandes grupos cotizados.

Si se aprueban como espera el Senado, las nuevas normas entrarán en vigor en 2025 y las empresas, incluida Generali, cuyo consejo se renueva el año que viene, tendrán que modificar sus estatutos para entonces para cumplirlas.

Respaldando una moción parlamentaria que destacaba el riesgo de disputas, el gobierno se comprometió a considerar la modificación de la medida sobre la lista de consejos, así como otras partes del proyecto de ley, a finales de este año.

La legislación italiana también duplica a 16.000 millones de euros el umbral de activos a partir del cual las cooperativas de crédito del país, cuyos accionistas suelen tener un voto cada uno independientemente del tamaño de su participación, deben convertirse en sociedades anónimas regulares, eliminando un obstáculo para posibles adquisiciones.

Esa reforma se remonta a 2015 y fue "una de las más populares adoptadas bajo el mandato del ex primer ministro Matteo Renzi: ahora será víctima de la furia restauradora y antimercado", afirmó Luigi Marattin, legislador de la oposición del partido centrista Italia Viva, liderado por Renzi.

"Probablemente habrá algunos bancos que pretendan fusionarse preservando el principio de 'una cabeza, un voto'", añadió.

(1 dólar = 0,9310 euros) (Edición de Ros Russell)