Los grandes valores tecnológicos y de crecimiento se llevaron la peor parte de una prolongada caída el año pasado, agravada por las agresivas subidas de los tipos de interés, que hicieron que el índice Nasdaq Composite, de gran peso tecnológico, cayera un 33% en 2022.

"2022 fue un año excepcionalmente bueno", dijo Greenlight en una carta. "En muchos sentidos, fue el mejor de nuestra historia y es el más comparable a 2001, el año posterior al estallido de la última burbuja tecnológica".

"A principios de 2021, también identificamos un ETF gestionado activamente de los llamados valores de "innovación" que nos pareció que tenían características significativamente similares a nuestros nombres de la burbuja".

Anteriormente, el martes, la CNBC informó de que parte del rendimiento estelar de Greenlight fue impulsado por las apuestas del gestor de fondos de cobertura David Einhorn contra valores tecnológicos innovadores como los pregonados por la inversora en crecimiento Cathie Wood.

Greenlight dijo que no tenía perdedores materiales en la cartera corta y que revisará el rendimiento de su "estrategia corta de cesta burbuja".

En su carta definía una acción burbuja como aquella que podría caer al menos un 80% tras un análisis de valoración tradicional y seguir sin parecer barata.