Las familias de los cooperantes y soldados estadounidenses muertos o heridos por el Estado Islámico y el Frente Al-Nusra han presentado una demanda judicial contra el fabricante de cemento Lafarge por los pagos que la empresa francesa hizo a los grupos extremistas.

El año pasado, Lafarge se convirtió en la primera empresa en la historia de Estados Unidos condenada por sobornar a una organización terrorista extranjera después de que admitiera haber pagado a los dos grupos para que le permitieran seguir operando en Siria.

Lafarge, que fue adquirida por Holcim, que cotiza en bolsa suiza, en 2015, aceptó pagar 778 millones de dólares en decomisos y multas como parte de un acuerdo de culpabilidad el pasado octubre.

La empresa francesa pagó casi 6 millones de dólares al IS y al Frente Al-Nusrah en Siria, según el documento judicial presentado el jueves ante el tribunal del distrito este de Nueva York.

"Los pagos de los demandados ayudaron a los ataques terroristas que tuvieron como objetivo a los demandantes y a los miembros de sus familias", decía el documento.

Además de Lafarge SA, los demandados incluyen a su ex presidente Bruno Lafont y a otros ejecutivos en la demanda que solicita daños punitivos e indemnizaciones.

"Al aceptar la declaración de culpabilidad de Lafarge el año pasado, el tribunal consideró que su delito repercutió en las víctimas de los actos terroristas", señala el documento de la demanda.

"Al igual que Lafarge es culpable de un delito en virtud de la Ley Antiterrorista, es civilmente responsable en virtud del mismo estatuto ante las víctimas de su conspiración criminal", añadía.

Lafarge dijo el viernes que no había sido notificada de la demanda y que, por tanto, no haría comentarios al respecto.

Entre los demandantes figuran las familias de periodistas y militares estadounidenses muertos o heridos por atentados del Frente Al-Nusrah y del EI en Siria, Irak y otros países.

Entre ellos se encuentra la familia de Kayla Mueller, una cooperante estadounidense que fue violada y asesinada, así como las familias de los periodistas Steven Sotloff y James Foley, ambos decapitados por el IS ante las cámaras en 2014.

La demanda también incluye a las familias de 10 militares estadounidenses muertos o heridos por ataques del EI en Siria e Irak y en Níger, y de un estadounidense herido durante un ataque en Turquía.

"El apoyo de Lafarge a ISIS y ANF era profundo. Operaba una lucrativa planta de cemento en el norte de Siria y decidió que sobornar a terroristas sirios era la mejor manera de proteger sus beneficios de la planta", dice el documento judicial.