El gigante español de la energía renovable Iberdrola reiteró el miércoles su previsión de resultados para este año y mantuvo su política de remuneración al accionista y de inversiones a pesar de haber sufrido el impacto del brote de coronavirus en el primer semestre, ante el brusco descenso en la demanda.

Con una capacidad renovable instalada de más de 32 GW en mercados como España, Reino Unido, Estados Unidos y Brasil, Iberdrola es considerada como una importante beneficiaria de las iniciativas para descarbonizar las economías del mundo.

El suministro de energía a más de 30 millones de hogares y empresas en España, Estados Unidos, Brasil y Reino Unido permitió al grupo bilbaíno registró un incremento interanual del 12,2% en su beneficio neto ordinario en el primer semestre de 2020, hasta los 1.845 millones de euros (2.130 millones de dólares), en línea con las previsiones.

Iberdrola dijo que la cifra habría sido 153 millones de euros más alta de no ser por la caída de la demanda y la necesidad de hacer provisiones ante la perspectiva de impagos por la COVID-19, si bien mantuvo su previsión de crecimiento del beneficio neto en niveles de "un dígito medio/alto", es decir, entre un 5 y 9%.

Un repunte en la cotización de sus acciones tras tocar fondo en lo peor de la crisis sanitaria, en línea con el resto de las empresas europeas del sector energético , ha llevado a Iberdrola a pisarle los talones al propietario de Zara, Inditex, cuya capitalización de mercado llegó a superar temporalmente esta semana.

"Avanzamos firmes en nuestro compromiso de invertir 10.000 millones de euros en 2020, demostrando que la vía para una recuperación rápida y sostenida es la economía verde", dijo en un comunicado el consejero delegado de Iberdrola, Ignacio Galán.

Poco antes de publicar resultados, Iberdrola anunció que aumentará la oferta sobre Infigen Energy si recibe un 13% más de aceptaciones en la opa sobre la australiana.

Iberdrola sufrió un descenso del 1,4% en el beneficio bruto de explotación (EBITDA) del primer semestre, hasta los 4.918,2 millones de euros, acusando el impacto de la crisis del coronavirus, según dijo el miércoles.

El EBITDA se vio afectado negativamente por el virus, que generó un impacto de 157 millones de euros, así como por efectos extraordinarios positivos contabilizados en el primer semestre de 2019 correspondientes a la cesión de los contratos de suministro a largo plazo de gas natural licuado y a las reliquidaciones en el negocio de redes de España.

La compañía dijo en abril que preveía que las plusvalías extraordinarias amortigüasen el impacto de la crisis del coronavirus en sus resultados, pese al impacto de la epidemia en el negocio español.

La venta de su participación del 8,07% de Siemens Gamesa supuso paliar los impactos negativos que pudiera provocar la crisis de la COVID-19 a lo largo del año, según dijo la compañía en una presentación en abril, lo que permitía mantener la previsión de crecimiento de su beneficio neto y dividendos para 2020.

La cifra de ventas del grupo a junio alcanzó los 16.467 millones de euros, un 9,9% menos que hace un año.

(Información de Isla Binnie y Darío Fernández; editado por Tomás Cobos)