La encuesta, realizada después de que el Congreso aprobara un acuerdo bipartidista para elevar el límite de endeudamiento, reveló que el 50% de los estadounidenses pensaba que ninguno de los dos partidos había salido vencedor, mientras que otro 20% dijo que ambas partes habían ganado.

Otro 20% dijo que pensaba que los demócratas habían salido mejor parados del acuerdo, mientras que un 11% dijo que los republicanos lo habían hecho mejor, según la encuesta de cuatro días que concluyó el lunes.

La encuesta reveló que los demócratas autoidentificados eran más propensos a estar satisfechos con el resultado. Al 80% de los demócratas les gustó cómo el presidente Joe Biden manejó la parte de las conversaciones que le correspondía a su bando, mientras que sólo el 13% no vio con buenos ojos la actuación de Biden.

Por el contrario, sólo el 44% de los republicanos aprobaron la forma en que el máximo responsable de su partido en el Congreso, el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, llevó la negociación para los republicanos. Un 42% lo desaprobó.

Las malas notas de McCarthy reflejan las profundas divisiones dentro de su partido. Los republicanos de línea dura que buscaban recortes más profundos del gasto público en las conversaciones han advertido de que el puesto de McCarthy podría estar en peligro.

Biden y McCarthy llegaron a un acuerdo la semana pasada para suspender el techo de la deuda semanas de negociaciones entre la Casa Blanca de Biden y los republicanos que controlan la Cámara de Representantes.

Biden convirtió el acuerdo en ley el sábado, evitando el desastre financiero que se habría producido si Washington se hubiera visto obligado a dejar de pagar todas sus facturas.

Los políticos de ambos bandos han presentado el acuerdo como una victoria, con los republicanos pregonando una reducción del gasto no militar. Biden dijo que los compromisos del acuerdo eran una señal de que la polarizada nación podía superar sus divisiones políticas.

Los críticos del acuerdo en la derecha dijeron que los recortes no iban lo suficientemente lejos, mientras que los progresistas criticaron el aumento de los requisitos de trabajo para los estadounidenses en apuros que reciben ayuda alimentaria o monetaria y las disposiciones que agilizan la aprobación de proyectos de combustibles fósiles en medio de una crisis de cambio climático.

El acuerdo recortaría el gasto en 1,3 billones de dólares, menos de los 4,8 billones que pretendían los republicanos. Hace poco por frenar el crecimiento de la deuda federal, que va camino de superar los 50 billones de dólares en una década.

El sondeo de Reuters/Ipsos encuestó a 1.004 adultos estadounidenses en todo el país y tenía un intervalo de credibilidad, una medida de precisión, de alrededor del 4% en cualquier dirección.