El sondeo de tres días, que finalizó el domingo, mostró un aumento marginal de la popularidad de Biden respecto al mes pasado, cuando el 39% de los encuestados dijo aprobar su actuación como presidente. La encuesta tiene un margen de error de tres puntos porcentuales.

La economía seguía siendo la principal preocupación de los encuestados, en medio de las elevadas tasas de inflación y la presión de los banqueros centrales para domar los precios elevando los tipos de interés, lo que ha encarecido las hipotecas y los préstamos para automóviles.

La inminente expiración el jueves de las normas COVID-19 que han impedido a muchos extranjeros cruzar a Estados Unidos en busca de asilo también se ha convertido en motivo de preocupación. Largas colas de migrantes se han acumulado esta semana en la ciudad fronteriza mexicana de Tijuana a la espera de que expire la política.

La encuesta de Reuters/Ipsos reveló que el 54% de los encuestados -entre ellos el 77% de los republicanos y el 34% de los demócratas- se oponen a aumentar el número de inmigrantes que pueden entrar en el país cada año.

Sólo el 26% dijo aprobar la gestión de Biden en materia de inmigración.

El 66% de los encuestados apoya el envío de soldados estadounidenses en servicio activo a la frontera para apoyar a los agentes de la Patrulla Fronteriza.

El Pentágono anunció este mes que la administración de Biden enviará temporalmente 1.500 soldados adicionales para ayudar a asegurar la frontera en preparación del levantamiento de las restricciones fronterizas COVID-19.

El presidente aspira a la reelección el próximo año y la inmigración está llamada a ser un tema importante en la contienda. Los republicanos le acusan de ser blando con la inmigración, aunque su administración ha planeado enviar tropas adicionales para ayudar a asegurar la frontera.

El favorito para la nominación republicana, el ex presidente Donald Trump, hizo de la represión de la inmigración ilegal una pieza central de su administración.

Biden también se enfrenta a las críticas de los republicanos por el gasto gubernamental, que se disparó en los últimos años -incluso durante la administración Trump- a medida que el gobierno gastaba a manos llenas en la lucha contra el COVID-19.

Biden tiene previsto reunirse el martes con el presidente republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, para discutir el punto muerto en el que se encuentra el techo de la deuda federal. No levantar el límite de endeudamiento podría llevar a Washington a empezar a retrasarse en el pago de sus facturas tan pronto como el 1 de junio, ha advertido el Departamento del Tesoro.

El 54% de los encuestados en el sondeo de Reuters/Ipsos dijeron que se oponían a elevar el techo de la deuda, incluido el 59% de los encuestados que no tienen un título universitario. Entre los que tienen un título, el 44% se opuso a elevar el límite de endeudamiento.

La encuesta de Reuters/Ipsos recogió las respuestas de 1.022 adultos estadounidenses, utilizando una muestra representativa a nivel nacional.