Joby Aviation Inc. ha confirmado que ha recibido la Certificación de Aeronavegabilidad Especial de la FAA y la Aprobación de Aeronavegabilidad de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos para un segundo prototipo de preproducción en diciembre de 2021, tal y como se esperaba. El primer prototipo de preproducción generó 65 terabytes de datos de prueba en 2021, volando más de 5.300 millas, incluyendo lo que se cree que es el vuelo más largo de una aeronave eVTOL hasta la fecha, con 154,6 millas con una sola carga. Según lo previsto, la segunda aeronave acelerará significativamente la capacidad de Jobys para las pruebas de vuelo en 2022, apoyando aún más la ambición de la compañía de certificar su avión con la Administración Federal de Aviación (FAA) a tiempo para lanzar las operaciones comerciales en 2024. Se espera que la aeronave comience a volar a finales de este mes y se pondrá en servicio como parte del contrato Agility Prime de Jobys con las Fuerzas Aéreas estadounidenses. La aeronavegabilidad de las Fuerzas Aéreas de EE.UU. se recibió sólo seis días después de que se concediera la certificación de aeronavegabilidad especial de la FAA. Este plazo de aprobación refleja el trabajo conjunto entre Joby y las Fuerzas Aéreas de EE.UU. para agilizar los requisitos de certificación y demuestra su compromiso de introducir nuevas tecnologías de aviación en el mercado comercial. Con una autonomía máxima de 150 millas y una velocidad máxima de 200 mph, el avión totalmente eléctrico de Joby está diseñado para transportar cuatro pasajeros y un piloto con cero emisiones operativas. La compañía comenzó a volar prototipos a escala real en 2017 y ha completado más de 1.000 pruebas de vuelo hasta la fecha. El objetivo de Joby es lanzar el servicio de pasajeros en 2024, ofreciendo una forma rápida, limpia y silenciosa para que las personas se muevan dentro de las áreas metropolitanas congestionadas y otras comunidades. En 2020, Joby se convirtió en la primera y única empresa de eVTOL en firmar una base de certificación G-1 (etapa 4) con la FAA, habiendo recibido una G-1 inicial (etapa 2) firmada por la FAA en 2019. Paralelamente a este trabajo, la empresa sigue avanzando con la FAA en la definición de los medios de cumplimiento que se aplicarán a sus aeronaves a medida que avanza en los esfuerzos de certificación.