Un alto regulador bancario estadounidense afirmó el miércoles que, aunque los bancos han reforzado su liquidez tras la crisis bancaria de primavera, las empresas deben permanecer alerta ante los riesgos que se avecinan.

Michael Hsu, el jefe en funciones de la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC), dijo que los bancos necesitan específicamente reexaminar sus exposiciones, preservar el capital y mantener una sólida gestión del riesgo mientras el sector busca recuperarse de una serie de quiebras bancarias y de una agitación más amplia.

"Esperemos lo mejor, preparémonos para lo peor", dijo Hsu a los periodistas. "Esperamos que (la estabilidad) continúe, pero estamos preparados y preparándonos para que vuelva la volatilidad".

Hsu dijo que las recientes quiebras de bancos como el Silicon Valley Bank y el First Republic pusieron en marcha reexaminaciones del riesgo tanto por parte de los bancos como de sus supervisores. Añadió que la mayoría de los bancos nacionales que supervisa la OCC ya estaban abordando estas cuestiones, pero que los organismos de control seguirán vigilando de cerca.

"La mayoría de los bancos que supervisamos ya están haciendo esas cosas. Sin embargo, mantener esa vigilancia puede ser todo un reto", dijo.

Hsu añadió que espera que los supervisores bancarios actúen con agresividad para ordenar a los bancos que aborden las deficiencias detectadas.

"Realmente quiero centrarme en la discreción supervisora", dijo. "Los supervisores tienen que actuar. No basta con ver algo".

En su informe semestral sobre riesgos, la OCC afirmó que el sistema bancario es "sólido" tras las tensiones de la primavera, y que muchos bancos han aumentado sus tenencias de efectivo y su capacidad de endeudamiento para protegerse de las retiradas de los depositantes.

La agencia también señaló los riesgos en torno al sector inmobiliario comercial, ya que el descenso de la demanda de espacios de alquiler tras la pandemia y el aumento de los tipos de interés plantean desafíos. Hsu dijo que el riesgo preciso que puede plantear ese sector depende de cada banco concreto, pero las empresas deben asegurarse de calibrar cómo podrían comportarse sus carteras en una serie de escenarios potenciales. (Reportaje de Pete Schroeder en Washington Edición de Matthew Lewis)