Más de 100 empresas, entre ellas Unilever, L'Occitane e Iberdrola, han pedido a los gobiernos que promulguen políticas más estrictas para alcanzar el objetivo de la ONU de detener la pérdida de naturaleza para finales de la década.

Con más de un millón de especies al borde de la extinción, el mundo acordó un pacto histórico en 2022 para proteger la biodiversidad, incluido el compromiso de proteger el 30% de los ecosistemas naturales del planeta.

Los países se reunirán en la cumbre sobre biodiversidad COP16 en octubre en Colombia para concretar los detalles de la puesta en práctica del compromiso.

En una carta compartida en exclusiva con Reuters antes de las conversaciones, 132 empresas con unos ingresos combinados de 1,1 billones de dólares exigieron medidas más contundentes.

Otras empresas que firmaron el llamamiento a la acción -sobre medidas que van desde la reforma de las subvenciones hasta el uso del agua y las prácticas agrícolas- son la minera Teck Resources, el grupo alimentario Danone, la energética RWE y la cementera Holcim .

Los seres humanos están diezmando la vida salvaje al destruir los ecosistemas autóctonos, contaminar la naturaleza e impulsar el cambio climático.

Sea cual sea el coste financiero de las medidas preventivas, algunos de los que respaldan la carta han afirmado que el coste mucho mayor sería el de las especies perdidas, ya que la producción de alimentos depende de un número cada vez menor de polinizadores, por ejemplo, y de la alteración de los sistemas hídricos que dependen de ecosistemas vulnerables.

"Si no nos centramos en la naturaleza, si no nos centramos en la biodiversidad, es posible que el negocio en el que operamos ni siquiera exista en los próximos años", afirmó Rishi Kalra, director ejecutivo y director financiero del grupo Olam Food Ingredients (ofi), uno de los mayores proveedores mundiales de ingredientes para alimentos y bebidas.

Por ejemplo, la empresa depende de las abejas para polinizar sus cultivos de almendras, dijo Kalra en una entrevista.

"Puede que no haya alimentos disponibles. La gente puede no tener un medio de vida si no se protege la naturaleza".

La deforestación de la selva amazónica en Brasil, por ejemplo, ha reducido las precipitaciones y modificado los patrones climáticos en zonas agrícolas críticas que suministran una parte importante de la soja y la carne de vacuno del mundo.

"Sin naturaleza, sin agua, es imposible que haya vida humana, ni siquiera que prospere, sino que simplemente exista", afirmó Laurent Freixe, director general de Nestlé Latinoamérica.

Dado que las estrategias respetuosas con la naturaleza pueden aumentar los costes a corto plazo, algunas empresas se han mostrado reacias a actuar a menos que los gobiernos establezcan normas para todo el mercado u ofrezcan los incentivos necesarios para obligar a actuar.

La acción voluntaria de las empresas no bastaría por sí sola, decía la carta, coordinada por el grupo de defensa Business For Nature, que ha elaborado recomendaciones políticas.

Los gobiernos, según la carta, deben garantizar que las empresas y los agentes financieros protejan y restauren la naturaleza.

Otras medidas deben incluir garantizar el uso sostenible de los recursos, valorar e integrar la naturaleza en la toma de decisiones y la divulgación de información, así como acuerdos globales más sólidos para abordar la pérdida de naturaleza. (Reportaje de Simon Jessop en Londres y Jake Spring en Sao Paulo; edición de Barbara Lewis)