La start-up que se propuso revolucionar el sector de los seguros se topa con la dura realidad de un sector ultracompetitivo.
En primer lugar, el coste de adquisición de clientes, que sigue siendo prohibitivo cuando la aseguradora no tiene escala para amortizarlo, lo que no es, por supuesto, el caso de Lemonade.
La start-up neoyorquina ha quintuplicado su volumen de negocio en cuatro años, pero aún está lejos de alcanzar el punto de equilibrio. En 2023, registrará unas pérdidas similares a las de los tres ejercicios anteriores.
Así pues, no hubo cambios durante el pasado ejercicio, a pesar de que Lemonade había relajado el gasto en marketing durante la segunda mitad del año. Esto no augura nada bueno para el año que viene, ya que el CEO Daniel Schreiber tiene la intención de pisar el acelerador de nuevo.
La estrategia es agresiva, pero Schreiber no tiene elección: Lemonade debe crecer o desaparecer, lo que promete ser difícil dado el estado actual de sus recursos. Por tanto, una nueva ampliación de capital parece indispensable a más o menos corto plazo.
Desgraciadamente, el mercado ha dado un giro de 180 grados. En los doce meses siguientes a la salida a bolsa de Lemonade, valoró la start-up en más de 45 veces las ventas, muy lejos de los niveles actuales, que rondan las 2 veces las ventas.
Aunque la presencia de Softbank en el capital puede ser vista por algunos como un comodín, también recuerda al precedente sentado por WeWork. WeWork también se propuso reinventar su sector, con los resultados que todos conocemos.
Lemonade, Inc. ofrece seguros para inquilinos, propietarios de viviendas, automóviles, mascotas y de vida. Las compañías de seguros full stack de la empresa, impulsadas por inteligencia artificial, en Estados Unidos y la Unión Europea sustituyen a los corredores y la burocracia por bots y aprendizaje automático. El sustrato digital de la empresa le permite integrar el marketing y la contratación con la suscripción y la tramitación de siniestros, recopilando y desplegando datos. Su tecnología incluye Data Advantage, AI Maya, AI Jim, CX.AI, Forensic Graph, Blender y Cooper. AI Maya, su bot de incorporación y experiencia del cliente, utiliza el lenguaje natural para guiar a los clientes en su incorporación a la empresa. AI Jim, su bot de reclamaciones, toma el primer aviso de siniestro de su cliente haciendo una reclamación, pagando al reclamante o rechazando la reclamación sin intervención humana. Ofrece seguros para mascotas que cubren diagnósticos, procedimientos, medicación, accidentes o enfermedades. Incluso su oferta básica de seguros para mascotas cubre análisis de sangre, análisis de orina, análisis de laboratorio y tomografías computarizadas.