El acuerdo, del que Reuters informó a principios de este mes, se produce un año después de que los tres países establecieran su primera gran colaboración en la industria de defensa al fusionar los esfuerzos separados de Londres y Tokio en materia de cazas de nueva generación.

Los parlamentos de cada país deben ratificar el acuerdo, cuyo objetivo es que el avión de combate esté en vuelo en 2035. La fase de desarrollo conjunto del programa está prevista para 2025.

Tanto la sede conjunta gubernamental del Programa Aéreo de Combate Global (GCAP) como su homóloga industrial tendrán su sede en Gran Bretaña. El primer jefe ejecutivo de la organización gubernamental procederá de Japón, mientras que el primer dirigente de la organización empresarial será italiano, según informó Gran Bretaña.

"Nuestro programa de aviones de combate, líder mundial, pretende ser crucial para la seguridad global y seguimos avanzando de forma enormemente positiva hacia la entrega de los nuevos reactores a nuestras respectivas fuerzas aéreas", declaró el ministro británico de Defensa, Grant Shapps.

Shapps y sus homólogos japonés e italiano, Minoru Kihara y Guido Crosetto, se reunieron el jueves en Tokio.

El avión supersónico furtivo contará con un radar capaz de proporcionar 10.000 veces más datos que los sistemas actuales, según el gobierno británico.

En el proyecto participan la británica BAE Systems, la italiana Leonardo, el fabricante europeo de misiles MBDA y el fabricante de motores Rolls-Royce.

Reuters ha informado anteriormente de que también participan la japonesa Mitsubishi Heavy Industries, el fabricante japonés de aviónica Mitsubishi Electric Corp y los fabricantes de motores IHI Corp y Avio Aero.