Lepidico Limited ha anunciado que todos los trabajos de prueba asociados a los ensayos de demostración y a escala piloto que se iniciaron en noviembre de 2021 han concluido con éxito y han sido informados por Strategic Metallurgy, con excelentes resultados recibidos que confirman el diseño de la fase 1 de L-Max y LOH-Max. Los dos informes finales, de refinado de hidróxido de litio y de fabricación de subproductos, han sido revisados por Lepidico. Ahora se están entregando a Behre Dolbear Australia Pty Ltd. (BDA), ingeniero independiente de la entidad crediticia International Development Finance Corporation (DFC), junto con el último programa de la mina Karibib, para que pueda completar su revisión técnica.

Esto representa un elemento importante para cerrar la diligencia debida y finalizar el préstamo del proyecto. Cabe destacar que una muestra de hidróxido de litio crudo generada a partir de la prueba piloto con el proceso LOH-Max se proporcionó a un proveedor líder de cristalizadores para que realizara un trabajo de prueba de confirmación con su propio equipo. El proveedor procesó el producto crudo mediante disolución, eliminación de sulfatos y recristalización en las condiciones de diseño de la fase 1.

El producto recuperado satisface las especificaciones de grado de batería de Livent y Targray para el hidróxido de litio monohidratado. La fase final de los trabajos de prueba del proveedor del cristalizador comenzó a principios de julio de 2022 e incluyó ensayos con la corriente de subproducto de potasio-caesio-rubidio. Este trabajo, junto con el extenso pilotaje en las instalaciones de Strategic Metallurgy en Perth, Australia Occidental, ha validado con éxito el diseño del proceso del circuito de recuperación de subproductos de la fase 1 en operación continua a escala piloto.

El trabajo de prueba del cristalizador de terceros produjo un sulfato de potasa (SOP) de especificación de mercado con impurezas clave todas ellas por debajo de los niveles requeridos. Las recuperaciones de SOP fueron inferiores a las del diseño debido a la necesidad de mayores tasas de evaporación de la cristalización, con pérdidas que se reportan al residuo de yeso. La optimización de este circuito se llevará a cabo una vez que esté operativo.

Posteriormente, Strategic Metallurgy lo refinó en un nuevo circuito piloto para eliminar el rubidio, produciendo con éxito un producto de especificación comercializable. Está previsto realizar más trabajos de investigación y desarrollo para convertir tanto el cesio como el rubidio en otros compuestos industriales comerciales de los metales críticos, y se espera que esta conversión sea realizada por terceros.