Las llamadas realizadas con voces generadas por IA son ilegales, declaró el jueves la Comisión Federal de Comunicaciones, después de que una falsa robollamada que imitaba al presidente Joe Biden intentara disuadir a la gente de votar por él en las elecciones primarias demócratas de Nuevo Hampshire.

El fallo declarativo da a los fiscales generales de los estados nuevas herramientas para perseguir a las entidades que están detrás de las robollamadas, dijo la presidenta de la FCC, Jessica Rosenworcel.

"Los malos actores están utilizando voces generadas por IA en robollamadas no solicitadas para extorsionar a familiares vulnerables, imitar a famosos y desinformar a los votantes. Estamos poniendo sobre aviso a los estafadores que están detrás de estas robollamadas", dijo Rosenworcel.

La FCC señaló que anteriormente los fiscales generales de los estados podían perseguir el resultado de una robollamada no deseada generada por la voz de la IA, pero la nueva medida convierte en ilegal el acto mismo de utilizar la IA para generar una voz en estas robollamadas.

A principios de esta semana, el fiscal general de New Hampshire, John Formella, dijo que la falsa robollamada de Biden ha sido

rastreado hasta Life Corp, con sede en Texas

. Dijo que se ha enviado una carta de cese y desistimiento a la empresa, dirigida por Walter Monk, y que se está llevando a cabo una investigación criminal.

"El uso de la IA generativa ha traído una nueva amenaza a los esquemas de supresión de votantes y a la temporada de campaña con el aumento de la verosimilitud de las falsas robocalls", dijo el comisario demócrata de la FCC Geoffrey Starks.

"La clonación de voz", dijo la FCC, "puede convencer a la persona que recibe la llamada de que una persona de confianza, o alguien a quien aprecia como un familiar, quiere o necesita que tome alguna medida que de otro modo no tomaría".

La FCC en

2023 finalizó una multa de 5,1 millones de dólares

impuesta a activistas conservadores por realizar más de 1.100 robocalls ilegales antes de las elecciones estadounidenses de 2020.

Las llamadas trataban de desalentar el voto diciendo a los posibles votantes que si votaban por correo, su "información personal formará parte de una base de datos pública que será utilizada por los departamentos de policía para localizar antiguas órdenes de detención y será utilizada por las compañías de tarjetas de crédito para cobrar deudas pendientes".