Los bancos centrales de Gran Bretaña, la zona del euro, Japón, Canadá, Suecia y Suiza anunciaron el martes un plan de intercambio de experiencias para estudiar la conveniencia de emitir monedas digitales, en medio de un creciente debate sobre el futuro del dinero.

Hiromi Yamaoka, ex jefe de la división del Banco de Japón que supervisa los sistemas de pago y liquidación, dijo que la decisión era una señal de cómo Libra ha desencadenado una competencia mundial entre los bancos centrales para hacer sus monedas más atractivas.

"La última decisión (de los seis bancos centrales) no se limita a compartir información. También es un esfuerzo por mantener a raya algo como Libra", dijo Yamaoka, que durante su etapa en el Banco de Japón estuvo directamente a cargo de las negociaciones sobre la nueva tecnología.

"Algo como Libra abarataría mucho los costes de las transacciones. Los principales bancos centrales tienen que apelar a que ellos también se esfuerzan por hacer más eficiente la liquidación con un mejor uso de la tecnología digital", dijo a Reuters.

Yamaoka, que actualmente es miembro del consejo de administración de la consultora de tecnologías de la información Future Corp, supervisó la investigación del Banco de Japón sobre las monedas digitales y mantiene un estrecho contacto con los responsables políticos de los bancos centrales de todo el mundo.

Los bancos centrales de todo el mundo han acelerado el ritmo de emisión de sus propias monedas digitales, también conocidas como CBDC. El impulso de Facebook para lanzar su criptodivisa Libra ha añadido combustible a las preguntas sobre si los estados nacionales seguirán controlando el dinero en las próximas décadas.

De entre los principales bancos centrales, el de China ha surgido como el más destacado en la iniciativa de crear su propio dinero digitalizado, aunque los detalles de su proyecto son todavía escasos.

El Banco de Japón ha emprendido un proyecto de investigación conjunto con el Banco Central Europeo, pero ha dicho que no tiene planes de emitir CBDC en el horizonte a corto plazo.

Yamaoka dijo que la creación del grupo de estudio conjunto podría acelerar los movimientos de los bancos centrales para utilizar la tecnología blockchain para la liquidación mayorista a gran escala.

Sin embargo, el obstáculo para que los bancos centrales emitan monedas digitales para la liquidación minorista a pequeña escala sigue siendo "muy alto", ya que hacerlo sofocaría la competencia del sector privado, dijo.

Yamaoka también rebatió la opinión, sostenida por algunos académicos, de que los bancos centrales podrían profundizar en los tipos de interés negativos más fácilmente mediante la emisión de monedas digitales.

"En el mundo de los bancos centrales, la idea de utilizar las CBDC para potenciar el efecto de la política monetaria parece haber remitido un poco", dijo.

"Cada vez hay más dudas sobre el efecto de los tipos de interés negativos como herramienta política", dijo Yamaoka. "Si es así, ¿quieren emitir CBDCs para desplegar una política con efectos cuestionables?".

El factor más inminente que impulsa a los bancos centrales a estudiar los CBDC es la necesidad de impulsar la conveniencia de sus monedas para que sobrevivan en una época de diversificación de los medios de liquidación, dijo.

Por eso la Reserva Federal, que emite la moneda más utilizada del mundo, no está interesada en los CBDC, dijo Yamaoka.

"Si quieres que la política monetaria sea eficaz, tienes que asegurarte de que la gente siga utilizando la moneda que emites".