Monumental Minerals Corp. anunció que ha contratado a Terraquest Ltd. para completar un estudio geofísico magnético y radiométrico aéreo sobre su proyecto de elementos de tierras raras pesadas (HREE) Jemi, ubicado en Coahuila, México, a unos 40 km al sur de la frontera con Texas, Estados Unidos. El proyecto Jemi alberga numerosas ocurrencias de elementos de tierras raras (REE) que contienen concentraciones potencialmente económicas de REEs de alto valor magnético, incluyendo neodimio (Nd), praseodimio (Pr), disprosio (Dy) y terbio (Tb) con tantalio (Ta), niobio (Nb) y circonio (Zr) asociados. Jemi se encuentra en el cinturón ígneo alcalino de Norteamérica, una tendencia norte-sur poco explorada de más de 3000 km de longitud de rocas ígneas alcalinas y carbonatitas que albergan numerosos depósitos de REE, oro y otros elementos críticos. La prospección magnética y radiométrica de alta resolución, realizada desde un helicóptero, se llevará a cabo con una separación de líneas de 100 m en un área de aproximadamente 100 km2, con un total de 1.120 km de líneas. Se centrará en el complejo de intrusión de 8 km de diámetro de Sierra La Vasca, que alberga los yacimientos de mineral HREE de Jemi. La empresa espera que el estudio comience rápidamente (en un plazo de 2 a 3 semanas) y que dure aproximadamente 7 días. Los datos magnéticos y radiométricos representan un método rentable para definir áreas de alto potencial de REE dentro del Proyecto Jemi. Los objetivos de REE pueden estar asociados con altos o bajos magnéticos anómalos, y las anomalías también pueden ser excelentes indicadores de la estructura. Las fuertes anomalías radiométricas de rayos gamma pueden estar asociadas con el enriquecimiento de potasio (K) como producto de la alteración hidrotermal que rodea a las intrusiones peralcalinas. Las anomalías de torio (Th), y en menor medida de uranio (U), son útiles para la detección directa de depósitos de REE, la detección de otros rasgos asociados a la mineralización y los granitos parentales. Las anomalías geofísicas se verificarán en el terreno y se priorizarán para una mayor exploración, que puede incluir un mapeo geológico detallado, estudios geoquímicos y, en última instancia, zanjas y/o pruebas de perforación de diamante.