PLANEGG (dpa-AFX) - Tras un último trimestre de 2022 inesperadamente fuerte, a la empresa biotecnológica Morphosys también le ha ido sorprendentemente bien a principios de año. Las ventas de la empresa bávara se dispararon en el primer trimestre. El jueves, la noticia hizo que la acción, que cotiza en el SDax, subiera más de un cuatro y medio por ciento. Las acciones de Morphosys se situaron así entre las favoritas del índice de pequeña capitalización. El mercado se mostró así más relajado que algunos analistas que criticaron el resultado operativo.

El beneficio del primer trimestre había subido una buena mitad hasta los 62,3 millones de euros en comparación con el año anterior, según había anunciado Morphosys a última hora de la tarde del miércoles en Planegg. En una primera reacción, James Gordon, del banco de inversión estadounidense JPMorgan, escribió que la empresa había superado en un 22% las expectativas medias del mercado. Sus propias previsiones se habían superado incluso en casi un tercio.

El experto del sector achacó la sorpresa positiva sobre todo al aumento de los pagos por licencias e hitos en el trimestre, que se habían multiplicado por más de tres veces y media. Morphosys también se benefició de un negocio más dinámico con su medicamento contra el cáncer de sangre Monjuvi en los tres meses de referencia hasta finales de marzo. Éste le reportó 20,8 millones de dólares (19,4 millones de euros), frente a los 18,7 millones de dólares de un año antes. Fuera de Estados Unidos, el socio Incyte posee los derechos de comercialización - 700.000 euros fueron a parar a Morphosys en concepto de derechos de licencia.

En cuanto a los beneficios, la empresa sigue en números rojos. Aunque los costes de distribución descendieron en el último trimestre, el especialista en cáncer gastó más de una cuarta parte más en investigación y desarrollo que el año anterior. Aquí influyeron los costes adicionales de importantes estudios farmacológicos. Por ello, la pérdida de explotación aumentó ligeramente hasta los 69,5 millones de euros.

Según Gordon, analista de JPMorgan, la pérdida de explotación fue sorprendentemente alta debido al aumento de las inversiones. Y Rajan Sharma, de Goldman Sachs, también esperaba un resultado mejor, culpando a los costes relacionados con la reestructuración anunciada recientemente. En marzo, Morphosys anunció la interrupción de sus programas de investigación preclínica y la supresión de unos 70 puestos de trabajo en su sede.

Los bávaros pudieron reducir la pérdida neta en cerca de dos tercios, hasta los 44,4 millones de euros, gracias a unos ingresos financieros más elevados; sin embargo, se trata puramente de un efecto de valoración resultante de la reevaluación de los pasivos dentro de las cooperaciones. Éstas pueden fluctuar de un trimestre a otro.

El consejo de administración confirmó sus previsiones para el año, según las cuales el equipo directivo en torno al líder de la empresa, Jean-Paul Kress, sigue sin descartar un descenso de las ventas de Monjuvi este año. El medicamento sufre la presión de la competencia, por lo que Morphosys ha impulsado en el pasado la búsqueda de nuevas fuentes de ingresos. En 2021, el grupo había adquirido entonces la empresa biotecnológica estadounidense Constellation Pharmaceuticals por unos 1.700 millones de dólares.

Esto proporcionó a los bávaros otro candidato esperanzador además del Monjuvi, el medicamento contra el cáncer Pelabresib. En la actualidad, la empresa se concentra plenamente en la investigación de ambos fármacos. Sin embargo, dado que los estudios devoran mucho dinero, la empresa ya ha tomado una serie de medidas de recorte de gastos en el pasado, y los recortes de empleo son un paso más.

Recientemente, sin embargo, la junta directiva había expresado en repetidas ocasiones su optimismo de que la sequía podría terminar pronto. A medio plazo, Morphosys quiere volver a los números negros, también gracias a la esperada aprobación de Pelabresib. Los datos de un ensayo pivotal se esperan para finales de año. El fármaco se está probando actualmente en la mielofibrosis. Se trata de una forma de cáncer de la sangre difícil de tratar y que provoca, entre otras cosas, fibrosis de la médula ósea.

Según Gordon, analista de JPM-Morgan, toda la atención del mercado sigue centrada en el pelabresib. En cuanto a Monjuvi, incluso cree probable que Morphosys tenga que rebajar sus objetivos de ventas para 2023. Esto significaría que se repetiría la historia, ya que el consejo de administración ya había dado marcha atrás en 2022. En cambio, Sharma, experto de Goldman, ve a Morphosys en camino de alcanzar los ingresos previstos de 80 a 95 millones de dólares tras el primer trimestre con Monjuvi./tav/ngu/mis