Los esfuerzos de Europa para garantizar el suministro de minerales críticos necesarios para sus transiciones ecológica y digital y para reducir su dependencia de China están luchando por ganarse la aceptación de la opinión pública, según afirmaron el miércoles los principales responsables de la industria.

La Ley de Materias Primas Críticas de la UE, que entrará en vigor la próxima semana, establece objetivos para que el bloque extraiga, recicle y procese minerales como el litio y el cobre para 2030.

También fija plazos para que los proyectos estratégicos obtengan los permisos, pero no se bajará a 27 meses para una mina desde la norma actual de 15 años sin ganarse a un público escéptico.

Bernd Schaefer, director general de EIT RawMaterials, un grupo financiado por la UE que lidera una alianza sectorial, dijo en una entrevista que la obtención de permisos para la minería y el reciclaje eran un reto.

"Ésta sigue siendo la mayor preocupación, junto con la licencia social para operar, que es absolutamente necesaria para obtener el permiso", dijo al margen de una conferencia en Bruselas.

Schaefer dijo que la clave para la aceptación social era el compromiso activo con las comunidades locales y una comunicación proactiva, y citó a los países nórdicos como ejemplos en los que esto había tendido a funcionar.

Una de las mayores batallas se ha producido en torno al proyecto de litio Jadar, de 2.400 millones de dólares previsto por Río Tinto en Serbia, país candidato a la adhesión a la UE, que revocó las licencias en enero de 2022 tras masivas protestas ecologistas antes de unas elecciones generales.

Chad Blewitt, director gerente del proyecto de Rio Tinto, declaró que la empresa esperaba otro ciclo electoral, incluidas las elecciones locales del 2 de junio, para su mina, que podría producir litio suficiente para un millón de baterías de vehículos eléctricos al año.

La empresa, dijo, estaba luchando contra "mucha desinformación", como que la mina será a cielo abierto y contaminará el suministro de agua. De hecho, será subterránea y Río Tinto afirma que los residuos acabarán como bloques parecidos a ladrillos que podrían utilizarse en la construcción de carreteras, en lugar de depositarse en un dique de estériles que tiene el potencial de derrumbarse.

Blewitt dijo que Rio Tinto había pensado inicialmente que la gente no creería afirmaciones más extravagantes en las redes sociales y que había llegado a comprender que los proyectos necesitaban más participación de las partes interesadas y comunicación en una fase más temprana. (Reportaje de Philip Blenkinsop Edición de Mark Potter)