La constructora española ACS registró el jueves una subida del 17% en su beneficio neto para 2023, por encima de las previsiones, al seguir beneficiándose de su cartera de construcción en Estados Unidos y Australia, y de los negocios de autopistas de peaje.

Dijo que obtuvo un beneficio neto de 780 millones de euros (842 millones de dólares), mientras que los ingresos aumentaron un 6,3% respecto al año anterior, hasta 35.730 millones de euros.

Los analistas encuestados por LSEG habían esperado, de media, un aumento del 5,6% en los ingresos y del 2,3% en el beneficio.

El negocio de concesión de carreteras generó 206 millones de euros de beneficios, un 5,7% más que hace un año, ya que el tráfico de las autopistas superó los niveles anteriores a la pandemia.

Abertis, la sociedad concesionaria de autopistas de peaje en la que ACS tiene una participación del 50%, aumentó su aportación al beneficio neto del grupo en un 25%, hasta 179 millones de euros.

Gracias a los buenos resultados de las actividades de construcción también en su país de origen, la empresa dijo a finales de 2023 que había empezado a evaluar la posible venta de su unidad de servicios Clece, que opera principalmente en España.

ACS está siguiendo la misma estrategia que sus principales rivales nacionales, como Ferrovial y Sacyr, que han vendido sus negocios de servicios en los últimos años para centrarse en las actividades de construcción y concesiones.

Las actividades de ACS en Norteamérica representaron el 66% de los ingresos totales de construcción, después de que la empresa se adjudicara proyectos para construir nuevas terminales de aeropuertos, estadios y autopistas, principalmente en Estados Unidos.

(1 dólar = 0,9258 euros) (Reportaje de Corina Pons, edición de Andrei Khalip)