Los dos países han desarrollado en las últimas décadas unos lazos industriales casi simbióticos, siendo Corea del Sur el mayor inversor extranjero en Vietnam, donde múltiples empresas coreanas tienen centros de fabricación, entre ellas LG Electronics y el conglomerado SK Group.

Samsung Electronics ha invertido alrededor de 20.000 millones de dólares en sus instalaciones de fabricación en Vietnam, donde fabrica la mitad de su producción de teléfonos inteligentes, y por sí sola representa casi una quinta parte de las exportaciones totales de Vietnam.

Muchos de los componentes utilizados en el ensamblaje por esos fabricantes en Vietnam proceden de la propia Corea del Sur, como demuestra el superávit comercial constantemente grande que Seúl tiene con Hanoi.

El año pasado superó los 34.000 millones de dólares, el mayor de Corea del Sur entre sus socios comerciales, según sus datos aduaneros.

Pero la ralentización de la economía mundial está poniendo a prueba esta estrecha relación, ya que la caída de los pedidos de productos electrónicos obliga a las empresas surcoreanas a reducir su plantilla en Vietnam, según afirman múltiples fuentes industriales y empresariales.

El comercio bilateral ha caído una cuarta parte en lo que va de año en comparación con los cinco primeros meses de 2022, impulsado en gran medida por un descenso de casi el 30% en las importaciones vietnamitas de productos surcoreanos, sobre todo de productos electrónicos intermedios ensamblados en Vietnam antes de ser reexportados como teléfonos inteligentes o televisores.

Para complicar aún más las cosas, Hanoi va a introducir a partir del año que viene un nuevo gravamen sobre las grandes empresas, incluidas las grandes multinacionales coreanas, como parte de una reforma global de las normas fiscales que podría reducir el atractivo de Vietnam como centro de fabricación.

Las conversaciones sobre una posible compensación están en marcha.

Para intentar abordar estas cuestiones, Yoon, en su primera visita a Vietnam como presidente, va acompañado de una delegación empresarial de 205 personas, según informó su oficina.

En una entrevista con la Agencia de Noticias de Vietnam antes de su visita de tres días, que comenzó el jueves, Yoon dijo que esperaba reforzar la cooperación en materia de seguridad. Corea del Sur es uno de los muchos países que están discutiendo la posible venta de armas a Vietnam, que busca modernizar su arsenal.

También se espera que los dos países acuerden nuevas inversiones en investigación.

Yoon también señaló la energía como un sector clave. Las empresas surcoreanas se encuentran entre los principales inversores en la incipiente industria vietnamita del gas natural licuado (GNL), que se espera que impulse la producción eléctrica del país y combata la escasez que provocó cortes de electricidad en las provincias del norte donde operan los fabricantes surcoreanos.