Varios de los principales fabricantes de teléfonos inteligentes, entre ellos Apple y Samsung, han suspendido las nuevas ventas en Rusia tras la invasión de Ucrania por parte de Moscú el 24 de febrero, mientras que las sanciones financieras y las prohibiciones del espacio aéreo han afectado a las cadenas de suministro, empujando a los minoristas y consumidores rusos a mirar hacia China para llenar el vacío.

"La cuota total de las marcas chinas en el mercado ruso en términos de ventas de smartphones está aumentando de forma constante: del 50% en el primer trimestre, al 60% en abril y a más del 70% en junio", dijo el miércoles el minorista ruso de electrónica M.Video-Eldorado.

En general, los smartphones chinos representaron más del 65% de los dispositivos vendidos en el segundo trimestre, frente al 50% del mismo periodo de 2021. El operador de telefonía móvil MTS informó de un salto en las ventas de teléfonos chinos en mayo.

M.Video dijo que el precio medio de un teléfono inteligente vendido durante el período de tres meses se redujo en un 4% con respecto al año pasado, ya que los consumidores rusos se decantan por productos de menor precio en medio de la reducción de los ingresos y la recesión económica.

Apple y Samsung detuvieron la venta de nuevos productos en Rusia después de que Moscú enviara su ejército a Ucrania a finales de febrero, pero los minoristas han podido agotar las existencias.

El Kremlin también ha tomado medidas para permitir que las empresas rusas envíen algunos productos, incluidos los teléfonos inteligentes, sin el permiso del titular de la licencia en un plan denominado "importaciones paralelas".