PUERTO PRÍNCIPE, 15 feb (Reuters) - El reciente recrudecimiento de la violencia en Puerto Príncipe, la capital de Haití, está impidiendo al Programa Mundial de Alimentos (PMA) llegar a cientos de miles de personas que necesitan suministros urgentemente, a medida que los conflictos entre bandas armadas intensifican la crisis humanitaria.

La agencia alimentaria de Naciones Unidas afirmó el jueves que los últimos episodios de violencia, que estallaron a principios de febrero y han obligado a cerca de 10.000 personas a huir de sus hogares en sólo 10 días, han impedido al organismo llegar a más de 370.000 personas que necesitan alimentos con la máxima urgencia.

"El reciente recrudecimiento de la violencia ha bloqueado las rutas de carga, restringido los desplazamientos y cerrado escuelas, obligando al PMA a detener temporalmente muchas actividades en todo el país", declaró en un comunicado el director para el país, Jean-Martin Bauer.

El PMA dijo que el cierre de escuelas ha impedido al grupo ayudar a proporcionar comidas calientes a unos 300.000 niños, mientras que la violencia en el barrio de Cite Soleil, duramente golpeado, le estaba impidiendo llegar a las cocinas para las personas desplazadas allí.

En las últimas semanas, la agencia ha dicho que no ha podido llegar a 56.000 personas en Cite Soleil, incluidas personas que están a punto de volver a caer en la peor categoría de inseguridad alimentaria del PMA, marcada por condiciones similares a la hambruna.

"Las interrupciones de la ayuda podrían hacerles retroceder a lo que oficialmente se conoce como niveles de inseguridad alimentaria de 'catástrofe'", declaró Tanya Birkbeck, directora de comunicaciones del PMA en Haití.

Birkbeck dijo que las reservas de productos secos, como arroz y judías, están a salvo en los almacenes del PMA y que la agencia seguirá intentando entregarlos.

La ONU calcula que alrededor del 44% de los haitianos se enfrentan a una grave inseguridad alimentaria y que en enero los niños representaban más de la mitad de los 314.000 que se han visto obligados a huir de sus hogares debido al conflicto.

El año pasado, la ONU ratificó el envío de una fuerza internacional para ayudar a la policía a luchar contra las bandas y asegurar las rutas de la ayuda humanitaria. No se ha fijado una fecha para su despliegue, ni la ONU ha anunciado qué países van a contribuir voluntariamente.

La violencia ha obligado a otros grupos de ayuda, como Médicos Sin Fronteras, a suspender clínicas y cerrar hospitales, mientras que las campañas pobremente financiadas obligaron al PMA a recortar la financiación el año pasado.

(Reporte de Harold Isaac y Sarah Morland; editado en español por Juana Casas)