La filtración del mes pasado por parte de una cuenta anónima en Internet, que afectó a 10 millones de clientes, equivalentes a cerca del 40% de la población australiana, suscitó duras críticas por parte del gobierno.
A última hora del lunes, Optus dijo que la brecha también afectó a los documentos de identidad caducados y a la información personal de unos 900.000 clientes y aclaró que "la información expuesta no contenía números de identificación de documentos válidos o actuales de unos 7,7 millones de clientes".
La empresa matriz Singapore Telecommunications Ltd (Singtel) dijo que estaba evaluando el coste de la violación masiva en la segunda mayor empresa de telecomunicaciones de Australia.
Optus dijo que ha informado a los clientes afectados sobre la violación de datos después de que el gobierno australiano le instara a acelerar su notificación a 10.200 clientes cuya información personal se hizo pública. (Información de Sameer Manekar en Bengaluru; edición de Arun Koyyur)