La empresa noruega de almacenamiento de dióxido de carbono (CO2) Northern Lights y sus propietarios han acordado almacenar las emisiones capturadas en la operación holandesa del fabricante de fertilizantes Yara a partir de 2025 en lo que dicen que es un avance comercial para el negocio.

La empresa conjunta fundada por las petroleras Equinor, TotalEnergies y Shell planea inyectar el CO2 de las plantas industriales en formaciones rocosas bajo el suelo oceánico del Mar del Norte.

El acuerdo es el primer acuerdo comercial que firma Northern Lights y el primer acuerdo comercial de transporte y almacenamiento transfronterizo de CO2 firmado en todo el mundo.

Según el acuerdo, se transportarán 800.000 toneladas de CO2 al año en barcos desde los Países Bajos a partir de principios de 2025. En comparación, Noruega emite unos 50 millones de toneladas de gases de efecto invernadero al año.

"Estamos demostrando que esto realmente funciona", dijo el director general de Shell, Ben van Beurden, en una conferencia de prensa. "El hecho de que se pueda es un gran avance porque este es ahora un proyecto pionero para proyectos similares en Europa".

Las partes no revelaron los detalles financieros del acuerdo, pero el director general de TotalEnergies, Patrick Pouyanne, dijo que era "rentable", citando el aumento de los precios de los derechos de emisión de CO2 en Europa.

"La señal de precios ha subido muy rápidamente con respecto a 2020. En 2020, cuando lanzamos el proyecto (Northern Lights), el CO2 rondaba los 30-40 euros por tonelada, hoy está (cerca de) 100 euros por tonelada", dijo Pouyanne a Reuters.

"Así que a este nivel podemos invertir en estos proyectos y asignar capital porque obtenemos un rendimiento aceptable".

MÁS CAPACIDAD

Northern Lights también tiene acuerdos preliminares para almacenar el CO2 de una planta de cemento y de una planta de residuos que, si se confirman, llenarán la capacidad de la fase 1 del proyecto de 1,5 millones de toneladas al año.

Tras el acuerdo con Yara, la asociación trabajará ahora en la ampliación de su capacidad de almacenamiento hasta alcanzar entre 5 y 6 millones de toneladas de CO2 al año, dijo Equinor.

La Agencia Internacional de la Energía afirma que la captura y el almacenamiento de carbono (CAC) son vitales para reducir las emisiones mundiales de CO2, incluidas las de sectores difíciles de eliminar como la producción de cemento, para frenar el calentamiento global.

Sin embargo, existen pocos proyectos comerciales. Noruega intentó hace una década crear un proyecto de captura de carbono en una central eléctrica de gas, en un plan que en su día se promocionó como el "alunizaje" del país petrolero, pero fracasó por cuestiones de costes.

Además, algunos ecologistas dicen que la CAC sólo sirve para prolongar la era de la quema de carbono para obtener energía y que el mundo necesita un cambio más decisivo hacia las energías renovables.

Yara, uno de los mayores fabricantes de fertilizantes del mundo, utiliza gas natural en sus procesos de producción y lleva tiempo buscando soluciones para reducir las emisiones resultantes. (Editado por Terje Solsvik, Gwladys Fouche y David Goodman)