A TSMC, que en diciembre triplicó con creces la inversión prevista en su nueva planta de Arizona hasta los 40.000 millones de dólares, le preocupan las normas que podrían exigirle compartir los beneficios de las fábricas y proporcionar información detallada sobre las operaciones, informó el WSJ citando a personas familiarizadas con el asunto.

TSMC no respondió inmediatamente a una solicitud de Reuters para hacer comentarios.