Europa están planeando crear una economía verde del hidrógeno que, con la ayuda de electrolizadores alimentados por energías renovables, espera suministrar hidrógeno neutro desde el punto de vista climático para alimentar a los fabricantes industriales y al transporte.

Inicialmente, los dos socios aspirarían a conseguir un volumen de energía de 100 megavatios (MW) para 2025, derivados de turbinas eólicas marinas con una inversión inicial de 200 millones de euros y generados por un electrolizador de 50 MW combinado con una batería de 200 megavatios hora (MWh), dijeron.

La empresa del proyecto, denominada H2 Lubmin GmbH, se encargará de desarrollar, construir y explotar la instalación.

El electrolizador producirá y cargará la batería cuando se disponga de energía eólica y solar, dijo Andreas Schierenbeck, cofundador y miembro del consejo de administración de HH2E, y antiguo director general de Uniper.

Cuando no haya energía renovable, podrá seguir suministrando de forma continua.

El emplazamiento de Lubmin, donde desembarca el gasoducto Nord Stream 2 -suspendido desde la guerra de Rusia contra Ucrania-, albergaba una central nuclear antes de la reunificación de Alemania en 1990, lo que significa que las conexiones a la red eléctrica siguen existiendo.

Los socios aspiran a producir 6.000 toneladas, o más de 200.000 MWh al año, de hidrógeno verde para 2025.

En un segundo paso, la planta podría aumentar su capacidad a más de 1 gigavatio y producir 60.000 toneladas al año, evitando 800.000 toneladas de emisiones de dióxido de carbono.

Los que se oponen al impulso del hidrógeno dicen que podría ser ineficaz porque para ampliarlo se necesitarán grandes cantidades de producción de energía limpia, mientras que las futuras reducciones de costes son inciertas.

(1 dólar = 0,9540 euros)