FRÁNCFORT, 18 sep (Reuters) - Las autoridades del Banco Central Europeo (BCE) quieren empezar pronto a debatir cómo hacer frente al exceso de liquidez de varios billones de euros que circula por los bancos y una de las primeras medidas podría ser el aumento de las reservas obligatorias, dijeron seis fuentes a Reuters.

El debate, que probablemente comience en la próxima reunión del BCE en Atenas el 26 de octubre o en un retiro que harán en el otoño boreal sus autoridades, marca una nueva fase en su lucha contra la inflación.

El banco central de los 20 países que utilizan el euro ya ha subido las tasas de interés 10 veces, hasta niveles récord, pero la inflación sigue muy por encima de su objetivo del 2%.

Ahora que es probable que las tasas queden en suspenso al menos hasta diciembre, los responsables de política empiezan a centrarse en el efectivo que inyectaron en el sistema bancario a lo largo de una década de compras de bonos.

Este dinero atenúa el impacto de sus alzas de tasas al reducir la competencia por los depósitos y da lugar a abultados pagos de intereses -y las consiguientes pérdidas- por parte de algunos bancos centrales.

Las discusiones sobre cómo reducir el exceso de liquidez se centrarán en tres áreas, dijeron las fuentes: la cantidad de reservas que los bancos deben mantener en el BCE, el desmantelamiento de sus programas de compra de bonos y un nuevo marco para controlar las tasas a corto plazo.

Un portavoz del BCE declinó hacer comentarios para este artículo.

Varias autoridades monetarias están a favor de elevar la cantidad de reservas que los bancos deben depositar en el BCE -por las que no devengan intereses- del 1% de los depósitos de los clientes a una cifra que podría acercarse al 3% o 4%, dijeron las fuentes.

Asimismo, dijeron que esto tendría el doble beneficio de absorber el efectivo del sistema bancario y reducir la cantidad que el BCE y los 20 bancos centrales nacionales de la zona euro pagan en concepto de intereses sobre los depósitos, lo que ha provocado grandes pérdidas para algunos.

El debate sobre la reducción de los 4,8 billones de euros de deuda acumulada por el BCE desde 2015, sobre todo para evitar el riesgo de deflación, fue visto por las fuentes como más difícil.

La mayoría vio margen para eliminar de forma gradual el Programa de Compras de Emergencia Pandémica (PEPP, por sus siglas en inglés) del BCE al no sustituir los bonos que vencen, pero todos se mostraron nerviosos ante la posibilidad de alterar los mercados financieros, en particular los inversores en deuda pública italiana.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, afirmó la semana pasada que en la última reunión no se debatieron los planes de compra de bonos. Según dijo, el PEPP es la "primera línea de defensa" del BCE para preservar la transmisión de la política monetaria, es decir, la estabilidad del mercado de bonos en los países más endeudados.

(1 dólar = 0,9374 euros)

(Editado en español por Carlos Serrano)