"La debilidad de la demanda exterior, el endurecimiento de las condiciones financieras y la elevada incertidumbre mundial pesarían sobre el crecimiento", declaró el prestamista en un comunicado, añadiendo que se esperaba que el crecimiento se recuperara hasta alrededor del 3% a medio plazo.
En la declaración tras una misión de visita del FMI a Croacia, el prestamista dijo que la intensificación de la guerra en Ucrania era un riesgo a la baja para el crecimiento, junto con un nuevo repunte de los precios de las materias primas y de la inflación y unas condiciones financieras más estrictas de lo esperado.
Sin embargo, la adopción del euro por parte de Croacia en enero y su entrada en el espacio Schengen podrían suponer un mayor impulso para el turismo, el comercio y la inversión, ya que han eliminado en gran medida los riesgos cambiarios, han mejorado las calificaciones soberanas y han facilitado el acceso a los mercados de capitales, añadió.
Croacia debería seguir aplicando políticas fiscales y financieras prudentes para complementar el endurecimiento monetario del BCE y constituir reservas adecuadas, y avanzar en las reformas estructurales para mejorar la competitividad y fomentar una convergencia de ingresos más rápida con los países más ricos de la zona del euro, afirmó el prestamista.
A medio plazo, la tarea clave de Croacia será mantener una consolidación fiscal favorable al crecimiento para hacer frente a futuros choques, salvaguardar la sostenibilidad de las finanzas públicas y reforzar la competitividad, dijo el FMI.
"Recomendamos mejorar la política fiscal, reducir la rigidez del gasto y aumentar su eficacia", declaró el prestamista con sede en Washington.
Croacia necesita aumentar la productividad, que sigue estando por detrás de sus homólogos de la UE, y seguir reformando su tenso mercado laboral, así como acelerar su transición ecológica, afirmó el FMI. (Reportaje de Daria Sito-Sucic; Edición de Alex Richardson y David Gregorio)