Italia confirmó su orientación para la emisión de bonos soberanos a medio y largo plazo en 2023 a pesar del aumento del déficit presupuestario estatal registrado en los cinco primeros meses de este año, según mostró un documento del Tesoro publicado el lunes.

Actualizando su programa de deuda, el Tesoro estimó que emitiría 118.000 millones de euros (128.690 millones de dólares) de papel entre julio y diciembre, además de los 202.000 millones de euros de bonos vendidos en el primer semestre.

Esto concuerda con la horquilla de 310.000-320.000 millones de euros fijada por el Tesoro en su directriz de diciembre para todo 2023, aunque se sitúa en el extremo superior de la banda.

Algunos medios de comunicación italianos habían informado previamente de que el Tesoro estaba considerando emitir más deuda debido a unas necesidades de financiación aparentemente mayores.

La brecha fiscal de Italia en el sector estatal, una aproximación más estrecha al déficit presupuestario de las administraciones públicas, se situó en 81.800 millones de euros en los cinco meses hasta mayo, casi 46.000 millones más que en el mismo periodo de 2022.

El año pasado, el déficit de las administraciones públicas, que la Comisión Europea utiliza para evaluar las finanzas públicas de los países, se situó en el 8,0% del producto interior bruto (PIB), empujado al alza por una decisión de Eurostat sobre el tratamiento de las subvenciones estatales para la mejora de las viviendas ecológicas.

Este año, el objetivo es que el ratio déficit/PIB descienda al 4,5%, como parte del compromiso de Italia de situarlo por debajo del techo del 3% de la Unión Europea en 2026.

La deuda pública de Italia, proporcionalmente la más alta de la zona euro después de Grecia, tiene como objetivo reducirse hasta el 142,1% del PIB este año desde el 144,4% en 2022, y disminuir aún más en los años siguientes.

El Tesoro ha afirmado que las crecientes cifras de déficit del sector público hasta mayo se debieron a varios factores, entre ellos la decisión de la UE de congelar una transferencia de 19.000 millones de euros de los fondos de recuperación posteriores a la crisis financiera y el mayor gasto en pensiones derivado de una indexación automática a la creciente inflación.

Sin embargo, estos factores ya habían sido descontados por el Tesoro y "los resultados obtenidos hasta ahora son coherentes con la senda (prevista) de descenso de la deuda y del ratio de déficit", afirmaba en el documento publicado el lunes.

Roma añadió que la economía podría crecer este año por encima del 1% previsto en abril.

"Persisten los riesgos a la baja relacionados con la evolución del comercio mundial y la persistencia de la inflación, que podrían influir en la duración... de la política monetaria restrictiva (del Banco Central Europeo)", señaló.

(1 dólar = 0,9169 euros)