La Encuesta sobre las Expectativas de los Consumidores (CES) es utilizada por los responsables políticos para calibrar si los hogares tienen fe en la capacidad del BCE para alcanzar su objetivo de inflación del 2%, lo que puede afectar a sus demandas salariales y a su actitud hacia el ahorro y el gasto.

La última ronda de la encuesta, realizada en noviembre, mostró que la mediana de los hogares esperaba que los precios crecieran un 3,2% en los 12 meses siguientes, por debajo del 4,0% del mes anterior.

Las expectativas de inflación a tres años vista también bajaron: del 2,5% al 2,2%.

Es probable que esto refleje una fuerte caída de la inflación en noviembre, así como una contracción de los préstamos como consecuencia de las fuertes subidas de los tipos de interés por parte del BCE.