A pesar de la ralentización económica en toda Europa, el Gobierno tiene como objetivo un déficit presupuestario del 0,4% del PIB este año, el mismo que en 2022, que Medina calificó de "casi equilibrado".

Se espera que el ratio deuda/PIB, que terminó el año pasado en el 113,9% tras bajar de más del 125% en 2021, siga bajando este año hasta el 107,5%.

Con ello, la ratio de deuda de Portugal debería bajar del tercer puesto de la zona euro, tras Grecia e Italia, al sexto, "cerca del umbral del 100%", según Medina, lo que permitiría al país ahorrar en el pago de intereses y ganar seguridad en el futuro.

España espera terminar 2023 con un ratio de deuda del 111,9%, mientras que Francia prevé un 109,6%.

"Portugal tiene que continuar el camino de un enfoque prudente, reflexivo y centrado en el riesgo... siempre con la ambición de buscar condiciones cada vez mejores para el país y sin hacer nada que lo ponga en riesgo", dijo Medina en una conferencia sobre mercados de capitales.

Espera que la inflación se ralentice a lo largo del año, sobre todo en el segundo semestre, con varios meses por debajo del 3% tras una tasa anual del 5,7% en abril.

El Gobierno espera que la economía crezca un 1,8% este año, frente al 6,7% del año pasado. La Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional han aumentado recientemente sus previsiones de crecimiento para Portugal hasta el 2,4% y el 2,6%, respectivamente, tras una expansión mayor de lo esperado en el primer trimestre.