Schnabel respaldó la decisión del BCE de la semana pasada de ralentizar el ritmo de las subidas de tipos, pero afirmó que éstas continuarán hasta que observe un descenso sostenido de los precios subyacentes, que normalmente excluyen los alimentos y la energía debido a sus fuertes oscilaciones.

"Basándonos en los datos de hoy, no cabe duda de que tenemos que hacer más para que la inflación vuelva a nuestro objetivo del 2% en el momento oportuno", declaró Schnabel en un acto en Fráncfort.

"Subiremos los tipos con decisión hasta que quede claro que la inflación subyacente también está disminuyendo de forma sostenida".

Añadió que los tipos probablemente se mantendrán altos durante mucho tiempo y que los recortes de tipos esperados por algunos participantes en el mercado este año eran "altamente improbables".

En su presentación, Schnabel también dijo que el impulso de la inflación en la zona euro seguía siendo alto para todas las partidas, excepto la energía, y que las presiones sobre los precios se estaban extendiendo a la mayoría de los componentes de la cesta de consumo.

Mientras que las perturbaciones de la oferta derivadas de los cuellos de botella y de los precios de la energía seguían desvaneciéndose, el mercado laboral era fuerte, el crecimiento salarial se estaba recuperando y los márgenes de beneficio de las empresas eran elevados, añadió Schnabel.