El Banco de Inglaterra es el último de los grandes bancos centrales en reunirse antes de que comience de verdad el parón veraniego, pero los datos de la zona euro, las cifras de empleo en Estados Unidos y los rumores en el sector inmobiliario chino mantendrán ocupados a los mercados mientras la temporada de resultados se acerca a su fin.

A continuación, Li Gu en Shanghái, Amanda Cooper, Lawrence White y Dhara Ranasinghe en Londres, e Ira Iosebashvili en Nueva York nos ofrecen un repaso a la semana en los mercados.

1/MANTENGA LA CALMA Y APUESTE POR LA LIBRA ESTERLINA

Cuando el Banco de Inglaterra se reúna el 2 de agosto, los responsables políticos tendrán por fin algo por lo que alegrarse. La inflación no se ha acelerado desde febrero y hay indicios de que las presiones generalizadas sobre los precios empiezan a remitir.

Pero el Banco de Inglaterra ha sido acusado habitualmente de ir por detrás de la curva. Los responsables políticos han tardado ocho meses en reducir la inflación al 7,9%, desde un máximo del 11,1%. El BCE tardó la mitad de ese tiempo en lograr el mismo ritmo de descenso.

Los mercados monetarios muestran que los operadores creen que las probabilidades se dividen entre una subida de 25 o 50 puntos básicos. Los inversores son muy conscientes del trabajo que le queda por hacer al Banco de Inglaterra. Después de todo, mantienen la apuesta alcista más valiosa sobre la libra esterlina desde 2014.

Mientras tanto, los mercados también trabajarán en las consecuencias de la medida adoptada el viernes por el Banco de Japón de flexibilizar su política de control de la curva de tipos y suavizar su compromiso de defender un tope en los tipos de interés a largo plazo.

2/ DEPENDIENTE DE LOS DATOS

La Fed parece haber entrado en modo dependiente de los datos tras subir los tipos 25 puntos básicos el miércoles hasta el 5,25-5,50%, un nivel visto por última vez justo antes del desplome inmobiliario de 2007. De aquí a su próxima reunión en septiembre, la Reserva Federal recibirá dos series de datos sobre el empleo y la inflación.

El primero son las nóminas no agrícolas de julio, el 4 de agosto.

El sólido crecimiento del empleo ha sido un factor clave a la hora de conformar la benigna perspectiva de los inversores sobre la economía estadounidense, una opinión que -junto con la menguante inflación- ha contribuido a impulsar las subidas de las acciones y otros activos de riesgo este año.

Los indicios de un mercado laboral demasiado robusto podrían desatar la preocupación de que la Reserva Federal necesite seguir endureciendo la política monetaria para contener la inflación. A la inversa, una fuerte caída del empleo podría reavivar los temores de recesión.

Mientras tanto, se espera que los megacaps Apple y Amazon presenten sus resultados el 3 de agosto.

3/ FUERA HASTA SEPTIEMBRE

Los mercados están impacientes. El BCE acaba de volver a subir los tipos -como se esperaba- y el debate sobre si los subirán o no en septiembre está muy avanzado.

Así que incluso mientras los responsables de fijar los tipos se dirigen a un descanso, los datos seguirán impulsando las apuestas sobre los tipos, empezando por la estimación preliminar del lunes sobre la inflación de julio en la zona euro y el PIB del segundo trimestre.

La inflación general es ahora sólo la mitad de su máximo de octubre, pero el crecimiento de los precios subyacentes, más difícil de superar, está rondando máximos históricos e incluso puede haberse acelerado de nuevo. Ambas medidas se mantienen por encima del objetivo de inflación del 2% del BCE.

Los economistas encuestados por Reuters prevén que la economía de la zona euro crezca un 0,2% en el segundo trimestre. El PIB se mantuvo plano en el 1er trimestre frente al trimestre anterior.

Los datos podrían reforzar los argumentos a favor de una subida en septiembre. No tan rápido, podrían argumentar las palomas del BCE. Después de todo, los indicadores prospectivos como los PMI apuntan decididamente a la baja.

4/ESPERANDO ALGUNA MEJORA DEL HSBC

HSBC cierra el martes una temporada de informes mixtos para los grandes bancos europeos, en la que los ingresos de la banca de inversión siguen disminuyendo a medida que se desploma la actividad de acuerdos, mientras que la subida de tipos levanta líneas de negocio más estables como la banca corporativa y minorista.

Los inversores esperan una nueva recompra de acciones después de que HSBC anunciara una oferta de 2.000 millones de dólares el trimestre pasado y reanudara el pago de dividendos trimestrales por primera vez desde 2019. También buscarán un aumento de la previsión conservadora de ingresos netos por intereses del banco de 34.000 millones de dólares.

Los inversores de HSBC llevan mucho tiempo esperando la tierra prometida, donde el aumento de los tipos de interés del banco central eleva los márgenes de los préstamos contra su amplia base de depósitos, pero el panorama se ve empañado en Gran Bretaña por la presión política para pagar más a los ahorradores estresados.

Y la precaria recuperación económica de China podría a su vez reavivar los temores sobre la exposición de casi 10.000 millones de dólares del HSBC al sobreextendido sector inmobiliario comercial.

5/¿UN SECTOR INMOBILIARIO NO TAN CALIENTE?

Las esperanzas de un estímulo de Pekín para el asediado sector inmobiliario chino siguen vivas, si las acciones inmobiliarias de Hong Kong y del continente, en máximos de varias semanas, sirven de referencia. La eliminación de la frase "las casas son para vivir, no para especular" de una lectura de la poderosa reunión del politburó alimentó esas esperanzas, pero ha habido una clara falta de detalles concretos.

Un mercado inmobiliario en auge se considera clave para encender el deslucido gasto de consumo que falta en la China post-pandémica. Pero Pekín se mostrará cauteloso. Los recuerdos de anteriores burbujas del sector inmobiliario están frescos y los promotores aún sienten las consecuencias.

Sino-Ocean Group está considerando un aplazamiento de la deuda, Dalian Wanda Commercial Management estuvo a punto de incumplir y Country Garden se enfrenta a crecientes presiones de pago en los próximos meses.

Los datos publicados el lunes mostraron que la actividad manufacturera de China cayó por cuarto mes consecutivo en julio, mientras que los sectores de servicios y construcción se tambaleaban al borde de la contracción, amenazando las perspectivas de crecimiento para el tercer trimestre y confirmando la necesidad de estímulos, según los analistas. En los próximos días se publicarán más datos.