HELSINKI/FRÁNCFORT, 16 ene (Reuters) - El Banco Central Europeo está avanzando en la reducción de la inflación al 2%, pero necesita más pruebas antes de plantearse recortes de tipos, y los dirigentes monetarios deberían esperar "un poco más" en lugar de actuar prematuramente, dijo Tuomas Valimaki, miembro del consejo del Banco de Finlandia.

El BCE puso fin en septiembre a su ciclo de subidas de tipos de interés más rápido y, con la ralentización de la inflación, el tema de la flexibilización de la política monetaria se está colando en la agenda, aunque los inversores y los responsables de política monetaria difieren mucho sobre el momento de la primera medida.

"Es mejor esperar un poco más que salir prematuramente de este nivel restrictivo y luego tener que dar marcha atrás", dijo Valimaki en una entrevista.

"Debemos evitar declarar la victoria sobre la inflación de forma prematura. Sería mejor esperar a ver cómo evolucionan los datos sobre salarios", añadió Valimaki. Valimaki es miembro del Consejo de Gobierno del BCE, con voz, pero sin voto, y sustituye al gobernador Olli Rehn mientras éste hace campaña para convertirse en el próximo presidente de Finlandia.

Varios países clave de la zona euro fijarán sus salarios en los próximos meses y el economista jefe del BCE, Philip Lane, ha dicho que el banco central dispondrá de datos cruciales para su reunión de junio, lo que sugiere que no se moverán los tipos hasta entonces.

Sin embargo, los inversores apuestan por un cambio de rumbo mucho más rápido y prevén recortes de 150 puntos básicos en el tipo de depósito, que se sitúa en el 4%, una cifra récord, con un primer paso en marzo o abril.

Valimaki se negó a respaldar ningún calendario para la acción de política monetaria, pero dijo que hasta ahora no ha visto datos salariales que sugieran que las propias proyecciones de diciembre del BCE y las perspectivas de tipos sean incorrectas.

De hecho, un recorte agresivo de los tipos podría retrasar, más que adelantar, la actuación del BCE, ya que la relajación de las condiciones de financiación, que ya se ha puesto de manifiesto en la reducción de los costes de servicio de las hipotecas a tipo variable, podría incluso elevar la senda de la inflación.

"Pero esto depende de que nuestras previsiones sean más correctas que las del mercado y eso es ciertamente en lo que creemos", dijo Valimaki.

El bloque sufrió un crecimiento débil, posiblemente negativo, en el segundo semestre del año pasado, pero Valimaki dijo que seguía apostando por un "aterrizaje suave", o un repunte este año tras una leve contracción, incluso si los riesgos se inclinan hacia un resultado más negativo.

En un debate clave que podría influir en la política económica de los próximos años, Valimaki afirmó que el BCE debería mantener las compras de bonos y los préstamos a largo plazo a los bancos como herramientas permanentes para proporcionar liquidez al sector financiero.

El BCE está debatiendo actualmente su marco operativo y su decisión, prevista para esta primavera, afectará al tamaño del balance del BCE en un entorno neutral y a la forma en que los bancos podrían acceder a la financiación del banco central.

Un debate clave es si el BCE debe mantener una "cartera estructural" de activos, para que haya abundante liquidez en el sistema o si la financiación debe proporcionarse a demanda.

"En mi opinión, es preferible utilizar tanto las compras simples como las operaciones de crédito de forma permanente para proporcionar liquidez estructural al sistema bancario", afirmó Valimaki.

Estas operaciones podrían proporcionar una liquidez financiera estable y bien distribuida en toda la zona euro, que es una economía mucho más basada en la financiación bancaria que la de Estados Unidos.

Pero el tamaño global del balance del BCE seguirá reduciéndose independientemente de la opción que elija el BCE y el exceso de liquidez, que ahora es de 3,5 billones de euros, seguirá disminuyendo durante algún tiempo, dijo Valimaki.

(Reporte de Balazs Koranyi; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)