El dólar australiano y el neozelandés encontraron cierto apoyo el lunes tras tocar mínimos de 10 meses, pero el sentimiento de riesgo siguió siendo frágil mientras los operadores se preparaban para un informe clave sobre la inflación en EE.UU. y más datos económicos chinos a finales de semana.

El dólar australiano subió un 0,3% hasta los 0,6397 dólares, beneficiándose de un repunte del yen en los primeros intercambios asiáticos que lastró al dólar estadounidense. Sin embargo, fue incapaz de romper un importante nivel de resistencia de 64 centavos, mientras que el soporte se encuentra en el mínimo de 10 meses de 0,6358 dólares que alcanzó la semana pasada.

El kiwi también subió un 0,3% hasta los 0,5901 $, tras haber tocado también la semana pasada un mínimo de 10 meses de 0,5860 $. Los niveles de resistencia son abundantes, pero también tiene un soporte en 0,5800 dólares.

El gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, ha señalado la posibilidad de poner fin a los tipos negativos, afirmando que el banco podría tener suficientes datos a finales de año para determinar si puede hacerlo, según informaron los medios locales el sábado.

El yen se disparó un 0,6% y los rendimientos de la deuda pública japonesa a más largo plazo alcanzaron máximos de 2014. Los rendimientos de referencia australianos a 10 años también subieron 5 puntos básicos, hasta el 4,141%.

Los datos del fin de semana que mostraron que los precios al consumo de China volvieron a terreno expansivo en agosto, aliviando los temores sobre la salud de la segunda mayor economía del mundo, fueron positivos para el aussie.

Jonathan Petersen, economista jefe de mercado de Capital Economics, prevé que el repunte del dólar estadounidense podría perder algo de fuelle esta semana, ya que la inflación al consumo en Estados Unidos se suaviza, los datos de actividad chinos muestran signos de estabilización y el Banco Central Europeo sigue adelante con una última subida el jueves.

"Dicho esto, el telón de fondo general nos sugiere que el billete verde seguirá fortaleciéndose en los próximos dos trimestres", afirmó Petersen.

En la próxima semana, Australia publicará el jueves los datos de empleo de agosto. Se espera que la economía haya añadido 23.000 nuevos puestos de trabajo, compensando con creces la sorprendente caída de 14.600 empleos del mes anterior, mientras que la tasa de desempleo probablemente se redujo hasta el 3,6%, desde el 3,7%.

La fortaleza del mercado laboral es una de las razones por las que la mayoría de los economistas encuestados por Reuters siguen esperando que el Banco de la Reserva de Australia suba una vez más los tipos a finales de año, pero los mercados sospechan que el ciclo de endurecimiento podría haber llegado a su fin. (Reportaje de Stella Qiu; Edición de Christopher Cushing)