El dólar australiano subió por última vez un 0,2%, a 0,6830 dólares, tras ceder un 0,3% durante la noche, hasta un mínimo de 0,6788 dólares. Ahora se enfrenta a una resistencia en 0,6895 dólares, mientras que el soporte se encuentra en el nivel de retroceso principal de 68 centavos.
Las actas de la reunión de política monetaria de julio, publicadas a primera hora del martes, mostraron que el Banco de la Reserva de Australia mantuvo sin cambios su tipo de interés, ya que la política era claramente restrictiva y existía el riesgo de que una contracción de las finanzas de los hogares provocara una fuerte desaceleración y un aumento del desempleo.
A pesar de sonar ligeramente pesimista y de destacar algunas áreas clave de incertidumbre, el Banco de la Reserva de Australia mantuvo la advertencia de que aún podría ser necesario cierto endurecimiento para controlar la inflación.
"Es poco probable que las actas... influyan en las opiniones sobre la dirección a corto plazo de los tipos de interés", dijo Adam Boyton, jefe de economía australiana de ANZ. "Aunque es posible que el Banco de la Reserva suba los tipos en agosto, en conjunto lo más probable es una pausa prolongada en el 4,1%".
De hecho, los futuros siguieron favoreciendo una pausa en agosto, con precios poco cambiados en torno al 65%, y totalmente descontados para una subida de un cuarto de punto hasta el 4,35% a finales de año.
El Commonwealth Bank of Australia, en una nota a los clientes, dijo que ve más bajadas para el dólar australiano a medida que se avecina una desaceleración mundial, prediciendo que la divisa podría caer hasta los 64 céntimos a finales de año, antes de recuperarse con fuerza el próximo año.
Al otro lado del mar de Tasmania, el kiwi cotizaba a 0,6339 dólares, tras caer un 0,7% durante la noche hasta un mínimo de 0,6309 dólares. La resistencia se sitúa en 0,6412 $, mientras que el soporte ronda los 63 céntimos.
Nueva Zelanda publicará el miércoles sus cifras de inflación del segundo trimestre. Los economistas encuestados por Reuters esperan que los precios generales al consumo hayan subido un 5,9% en el último trimestre, ralentizándose desde el 6,7% de los tres primeros meses del año, lo que refuerza la opinión generalizada del mercado de que los tipos de interés han tocado techo.
